-Capítulo 1-Parte 2-

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Llamé al timbre para que mi abuela supiera que eramos nosotros, porque si llamabamos a la puerta creería que era el cartero y no abriría , ni siquiera se limitaría a mirar a través de la mirilla de la puerta, unos segundos después se escucharon cuatro cerrojos, un candado y una cadena siendo quitados o abiertos, mi abuela era así, la preocupaba mucho su seguridad y su economía a pesar de ser de clase baja, no pagaba la pensión, y sus impuestos los solía pagar mi padre;parecía una actriz profesional a la hora de pedir dinero que después no devolvía.
Nos abrió la puerta y lo primero que hizo fue saludar a mi padre alegremente, darme un beso y lanzarle una mirada desafiadora a mi madre.Esas dos aunque no lo pareciese se llevaban bien, simplemente competían por todo, y la competición más importante para ambas era ganarse la atención de mi padre. Aunque eran muy competitivas sabían cuidarme y mimarme lo suficiente, aunque no me sentía muy agusto algunas veces;me sentía como un niño pequeño, incapaz de hacer algo, pero a la vez privilegiado, afortunado y también sentía un poco de nostalgia , nos invitó a entrar y caminamos un rato por un estrecho pasillo hasta llegar al salón, por lo visto todas las habitaciones partían del pasillo como punto de origen, para entrar al salón teníamos que abrir una gran puerta corredera de madera de roble con un cristal tintado de amarillo en el centro de la puerta , conseguí abrirla costosamente porque se necesitaba bastante fuerza para abrirla, no se como podía abrirla mi abuela , que ya iba a cumplir 85 años dentro de 6 días (último día de verano), cuando conseguí abrirla vi que todo estaba bastante limpio, no creo que fuera para dar buena impresión , sino más bien para dar envidia a mi madre, siempre me sorprendía lo trabajadora que era mi abuela para su edad, nos sentamos en un sillón vintage al lado de una mesita con una lámpara y un tocadiscos.La abuela Eugenia nos dejó un rato con la excusa de que tenía que traer algo , y yo como ya había ido varias veces con mis padres todos sabíamos que iba a traer unas pastas bajas en azúcares. Encendí la televisión porque sabía que iba a tardar un buen rato, no echaban nada en especial en la televisión por muchos canales que pasara , en la televisión de Eugenia no había muchos canales,solo de telenovelas, y aunque estuvieran los habituales emitidos en mi casa no los hubiera visto tampoco porque yo utilizaba el móvil y el ordenador para ver las cosas que me apetecieran, nada en específico.Cuando llegó mi abuela traía una caja con papel de regalo, seguramente se le hubiera ocurrido la cutrísima idea de empapelar la caja de pastas, llevaba una nota colgada de un fino hilo en la parte superior de la caja en la que ponía "para Esmeralda",parecía ser que solo quería que la abriese ella , pero cuando abrió el empapelado de estampado navideño cuidadosamente se vio que era un kit de tejer para mi madre, a Esmeralda nunca le había apasionado tejer pero le pareció un buen detalle por parte de la abuela, mi madre por una vez no  pensaba negativamente de ella , siempre decía que era para dar buena impresión a mi padre , pero aún así la regalaba algo, ya me gustaría a mí que me regalaran algo solo por pura competitividad .
Después de haber comido las malísimas pastas la abuela nos dijo en que habitación dormiría cada uno , cada vez que ibamos variaba el cuarto, esta vez mi madre dormía junto a mi padre en una habitación bastante lujosa y yo dormía en la mas lejana al baño , además era muy infantil, llena de ositos de peluche con pajarita y algún que otro póster de koalas , la cama era bastante baja y del tamaño perfecto para que mi cuerpo pudiera dormir allí, por debajo de la cama se podía sacar un baúl de juguetes, la mayoría rotos y antiguos, supuse que eran los juguetes que tenía mi padre de pequeño , aunque sinceramente se conservaban lo suficientemente bien como para poder seguir jugando con ellos , cuando organicé todo y me puse zapatillas para andar por la casa ya era hora de comer.Estuvieron cocinando mi madre y mi abuela juntas mientras nosotros jugabamos a hacer carreras de caracoles en el patio , se podía oler desde el patio el apetitoso olor que salía por la ventana de lo que estaban preparando.La comida tardó mucho en estar lista para ser comida y la carrera de caracoles era demasiado aburrida, nunca hacían caso, ni tenían la intención de competir obviamente, al contrario que mi madre y mi abuela.
Antes de sentarme a la mesa me mandaron al baño para que me lavara las manos con la pastilla de jabón de mi abuela, olía a lavanda y no me gustaba mucho coger comida con ese olor casi tóxico.Cuando me senté para comer tuve que abrir la cacerola para ver que había de comer, al principio , nada más abrirlo, salió un poco de humo, lo que demostraba que estaba caliente; miré dentro de la cacerola y vi macarrones, los cuales comíamos una vez a la semana en la casa de Eugenia.
Yo mismo me serví unos pocos y los terminé rápidamente, fui a mi habitación corriendo y miré por todos lados ya que explorar me podía llegar a divertir , el aburrimiento se estaba apoderando de mí , en unos cajones vi unos cuantos libros,pero no cogí ninguno, todos parecían aburridos por el polvo que tenía, no parecían haber sido leídos en mucho tiempo , moví una estantería para ver si por detrás había algo, y para mi sorpresa además de polvo había un pequeño cajón , lo intenté abrir , pero parecía imposible , se necesitaba una llave algo más pequeña que el cajón , lo cual ya era difícil , era como buscar una aguja en un pajar , o mejor dicho una llave en una casa.El resto de la tarde estuve buscando la llave, pero nadie lo sabía , solo me preguntaban que hacía descolocando todo, y la abuela me miraba un poco raro, fijandose en mí, mas que mirarme me espiaba porque siempre estaba escondida tras las puertas o en las esquinas de la casa y encima se creía que yo no sabía que ella estaba allí. Sabía que mi abuela se aburría en esa casa sola pero no tanto y además para eso habían ido mis padres, invitados por mi abuela.Por el día no conseguí encontrar nada así que decidí esperar a la noche , cuando todos dormían, aunque tuviera que ser más sigiloso.Me levanté de la cama intentando no hacer ruido, una vez estaba seguro de que todos estaban dormidos, intentaba contener la respiración, lo que me ponía nervioso ya que no aguantaba casi nada y cada unos segundos acababa soltando un suspiro que a mi me parecía bastante ruidoso , pero seguramente no se escuchara.
Abrí la puerta cuidadosamente para que no chirriara , y salí al largo pasillo con suelo de madera , desde ese punto empecé a andar de puntillas , no me quería ni imaginar la bronca que me echarían si me pillaban despierto y haciendo ruido a esas horas , o incluso algo peor.
Empecé a a dar los primeros pasos de puntillas por el pasillo lentamente, pero no servía de nada, las tablas de madera chirriaban y chirriaban , aún así no creo que lo escucharan debido a que mis padres tienen sueños bastante profundos, lo que más me preocupaba era la abuela Eugenia.Un minuto después conseguí llegar a la puerta de la habitación de la abuela, la única habitación en la que no había mirado por el día, abrí la puerta con mucha cautela,y por suerte no hizo ningún ruido , entré y husmeé todo lo que pude hasta encontrar un caja fuerte ubicada detrás de un cuadro,al lado de la puerta;tenía contraseña y yo no sabía cual era, esa noche no había servido de nada , solo fue una perdida de tiempo , además me caía del sueño que tenía, incluso veía el suelo lo suficientemente cómodo como para dormir en él. Regresé a mi cama con más intriga de la que ya tenía, pensé antes de dormir pero el sueño me pudo.

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