El viento peinaba
el verde prado.
La solté,
se sentía libre
saltaba de zarza en zarza.
Corría a tal velocidad
que apenas rozaba el suelo,
bueno,más que correr, volaba.
En la hierba alta
no se la veía,
para localizarla
usaba el movimiento de esta.
Era su depredador instinto
que la hacía
ir en busca de presas.
No contaba ni las horas que se tiraba,
ahora si,
cuando la llamaba venía
como tal flecha a mis brazos.
Algunos tienen grandes fortunas
otros grandes tesoros,
y yo,
a mi lado tengo
el mejor perro del mundo.
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Despedida (L )
PoetryEscribo estos "poemas" antes de un entrenamiento de futbol, también en clase de historia cuando la profe nos intenta meter en la cabeza algo como la Guerra Fría.