Just the girl《Nicolás》

Diez

[...]

[...]

[...]

Entramos a la wea, no me acuerdo el nombre, pero entramos, habían varias personas, casi irreconocibles con esos trajes.

-¿En serio ella es la Belén?.-susurró el Jaime que se había decidido a venir, ninguno de nosotros nos hubiéramos imaginado a la Belén con vestido.

-¿Habrá llegado la _______?.-me preguntó el Naiko, subí los hombros y la busqué con la mirada, justo me llamó el Yelo, el coleao siempre me llama en el momento justo.

-¿Aló?

-Por si acaso estamos en la terraza, hay unas mesas con cosas para picar.-y cortó.

Coleao misterioso.

Comencé a dar vueltas por ahí y cuando por fin los divisé sentí a alguien tras de mi.

-Nico!.-dijo la Claudia abrazándome por detrás.

-Clau...-la vi de pies a cabeza- Que linda estai.

Se sonrojó y sonrió.

-Gracias... Tú igual...-le devolví la sonrisa y volteé a donde el Yelo- ¿Vamos a buscar algo para tomar?

-Ehhh... Ya po.-y caminamos en dirección opuesta a donde estaba el Yelo... Y ella.

Mágicamente llegamos donde los cabros de nuevo, estuvimos un rato hablando mientras sonaban canciones varias.
Se nos pasó la hora volando y aún no podía hablar con la _______, mi celular sonaba varias veces pero la Claudia me hablaba y no podía ser tan maricón de contestar y dejarla sola.

Porque ya ha pasado tiempo, noto que le gusto, no quiero romperle el corazón pero tampoco perder mi oportunidad con la _______.

-Bajaremos un poco el ritmo, un vals lento, pero OJO, un baile en cadena.-habló el weon de la musica.

-¿En cadena...?

-Los hombres se quedan ordenados en varias filas y tienen que bailar con todas las minas de la fiesta que van a ir avanzando, hasta yo puse atención cuando lo explicaron hace rato weon.-dijo el Jaime, nos ordenamos y la música comenzó, y como era de obvio, primero bailaba con la Claudia.

La tomé de la cintura y me moví torpemente, ella se intentaba coordinar pero con mis pies era casi imposible.

-Chucha perdón.-dije... La pisé, wena Nicolás.

-No importa.-sonrió, con mis "pasos" igual se reía, como hace esta mina para soportarme tantas weas.

Sonó un timbre y la música cambió, una igual de lenta y todas las minas se cambiaron un lugar a la derecha, ahora iba a bailar con la Alejandra.