Capítulo 22.

186 21 22
                                    

Kellin.

Estábamos de vuelta en mi casa después de un cansado vuelo. Vic viniendo a mi habitación junto a mi. 

Antes había dicho que estaba cansado y que solo quería dormir un poco teniéndome ahí abrazándolo fuerte. No me negué, de ninguna manera lo haría, me sentí contento de saber que las cosas de nuevo estaban bien entre nosotros.

Destendi la cama y tome su mano, llevándolo a meterse bajo las sabanas conmigo. No busque una pijama para  él, o me deshice de mis jeans como siempre acostumbraba. Solo nos dejamos caer en la comodidad y lo abrace; quedando mi brazo bajo su cabeza y el otro, acercándolo por completo a mi cuerpo, en su cintura.

Vic me daba la espalda, una de sus manos moviéndose para entrelazarla con la mía, la que él usaba como almohada.

— Te amo, Kellin —. Dijo bajito, dejando un pequeño beso en mi brazo.  

Había olvidado ya cuantas veces me lo dijo desde que llegamos a el hotel donde nos hospedamos la noche anterior, pero no es como que me estuviese quejando, me gusta que me lo diga, aunque yo ya lo tenga claro.

— Yo también te amo, bonito —. Susurré sobre su hombro, dejando un beso en este mismo.

Escuche como soltaba un suspiro entrecortado y después se giraba para dejarme ver su rostro, sus lindos ojos brillaban a causa de lágrimas queriendo salir de ellos.

— Vic, bebé ¿qué ocurre? —. Pregunte alarmado, pegando su cuerpo mucho más cerca, dejando que su rostro se ocultará en mi cuello, mis brazos apretando su cuerpo con calidez.

— Lamento haber sido tan malo contigo en estos días, kell. Fui un idiota, perdóname, te amo, perdón —. Se disculpo costosamente por el llanto desesperado que brotaba.

Me sentí asustado, jamás había visto a Vic de esta manera, siendo tan vulnerable y sollozando por un perdón, uno que no era necesario. No para mi. 

Tal vez solo necesitaba un poco de desahogo, no lo había visto llorar apropiadamente desde la muerte de sus padres y  él ya había pasado por tanto que lo más  que merecía era liberarse un poco.

— Tranquilízate, amor, no tienes de que disculparte... todo esta bien, estamos bien.  Puedes llorar todo lo que quieras, estoy aquí contigo —. Susurre tiernamente sobre su oído, a su vez también deje un par de besos en su frente y mis labios fueron acompañados con muchos te amo solo para él.

Vic pareció tranquilizarse un poco después de mis palabras, aun seguía sollozando pero ahora todo era muy débilmente. 

Su rostro perdido entre mi cuello llevaba a que su aliento chocase contra mi y que la sensación tibia de él se sintiese tan gratificante. Mientras sus manos, también en mi, se movían inquietas jugando con mi playera justo en la zona del pecho, con ello haciéndome sentir cierta paz en mi interior, llevándome a desear no terminar con esta posición nunca... a desear que de verdad todos mis días sean acompañados por él.

Me moví solo un poco para poder mirarlo. Sus ojos observaban nada en particular, y estos lucían ligeramente rojos, sus pestañas estaban un poco mojadas todavía.

— Eres lindo. Tengo un novio en verdad muy, muy, muy, lindo —. Le dije, sin ninguna razón por la cual hacerlo.

Observe como una pequeña sonrisa apareció y se fue rápidamente de sus labios.

—No soy lindo, kell, tu si lo eres —. Respondió, ahora viendo directo hacia mis ojos.

— Lo eres, por algo lo estoy diciendo, si fuese mentira entonces no me molestaría en decirlo —. Aclare — eres diferente Vic; eres perfecto.

Sus ojos se cerraron, una sonrisa verdadera se mostró esta vez.

— ¿podemos crear algo hermoso y después destruirlo? —. Susurró. Sus movimientos en mi camisa se detuvieron, para mi todo se había detenido.    

Me alarme, ¿acaso él  quería dejarme?                                                        

— Dime que nunca me dejaras, no ahora que ya eres mío —. Pedí, demostrándole el que comenzaba a ser mi mayor miedo.   

— No lo haré, kell... porque te necesito y tu me necesitas. te amo y tu me amas—. Sus labios dejaron un pequeño beso en mi barbilla.

Un sentimiento de alivio mezclado con felicidad fue todo lo que sentí al escucharlo. Sin embargo, no dije nada, deje que mis labios junto a los suyos fuesen suficiente. 

Deje que con pequeños y suaves roces se desbordaran puros y fuertes sentimientos de amor; de un amor verdadero. Porque se que no había sentido esto con alguien antes, ahora se que Vic era quien estaba destinado a mi y yo era quien lo estaba para él.

— Por favor, quédate conmigo para siempre—. Pedí silenciosamente una vez que nuestros labios se alejaron. Su frente reposando junto a la mía.

— Para siempre, lo prometo—. Me aseguro sin mostrar un mínimo rastro de duda.

Sonreí observando como sus ojos se cerraron de a poco. Su respiración lenta fue lo que me dio indicios de que se había quedado dormido dejando que esas palabras lo acompañaran en su sueño.

— Espero que lo hagas, porque tu para siempre es lo único que necesito.

----------

el siguiente ya es el final ;-;

Another Way To Die. [kellic] <Faltas de ortografía; editando>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora