Sí se puede.

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La historia del joven Elián Gómez empieza de esta forma:

Un 25 de enero del año 2000 nace un pequeño niño al cual sus padres llamaron Elián, todo era alegría, ya que era el primer hijo de un matrimonio joven, 5 años más tarde, sabiendo sus padres que era u niño muy inteligente, deciden inscribirlo en la escuela. Una vez ingresado su primer día de clase fue una maravilla, hizo nuevos amigos, se familiarizo con los profesores, hizo bien su trabajo, entre muchas otras cosas más.

Paso de curso con buenas calificaciones y sus padres deciden cambiarlo de escuela, esta vez se cree que es definitivo. El niño cumple sus 10 años de edad en el 2010 y se encuentra en quinto curso de la primaria, al ser un niño inquieto sus calificaciones empezaron a bajar, lo cual su madre se encontraba muy raro ya que en los últimos años su hijo había tenido de las mejores calificaciones del aula. La madre decide ir a hablar con su profesor a ver qué es lo que pasa...

Madre: -Hola, ¿usted es el profe de mi hijo Elián? – dice con cara de confusión –espero que lo recuerde.

Profesor: - ¿Cómo no recordarlo? Si es el mejor alumno de mi clase.

Madre: -Sus calificaciones me dicen todo lo contrario – dice sonriendo algo disgustada.

Profesor: -Pase a mi oficina y hablemos más sobre su hijo.

El profesor del aula 5°B y la madre de Elián tardaron alrededor de 15 minutos hablando dentro de la oficina del profesor, luego ella sale con cara de disgusto y se despide muy amablemente del profesor, agradeciéndole su tiempo.

Cuando Elián llega a casa su madre lo esperaba para conversar con el sobre lo que le había dicho su profesor, Elián pone la mochila encima de su cama y su madre lo llama. Aun con su uniforme puesto y algo sudado por el sol que había tomado obedece y va donde su madre...

Elián: - ¿Me llamabas? – asomándose por la pared.

Madre: -Si, necesito hablar contigo. –Sentada en el sofá.

Elián: -Claro, pero espera que me quite esta ropa y me dé un baño, tengo mucho calor.

Madre: -Está bien, aquí te esperaré.

ELIÁN

No sabía que quería mami hablar conmigo, pero supongo que es algo sobre la escuela, ya que me enteré de que hablo con el profesor, no sé qué hacía en la escuela, ni siquiera me dijo que iba. Entré a mi habitación y empecé a quitarme el uniforme, noté que tenía un mal olor por el sudor así que lo puse en la lavadora, tomé mi toalla y la puse a un lado del hombro como suelo hacer y me dirijo hacia la bañera. Una vez dentro del baño cierro la puerta y me meto a la bañera, abro la ducha y dejo que el agua caiga sobre mí, mientras me bañaba me imaginaba lo que me podía decir mi madre cuando yo saliera de allí. No había visto mis calificaciones así que no sé si es algo malo o es algo bueno, pero, en fin, bueno o malo debo hablar con ella. Así que cuando terminé de bañarme me sequé un poco dentro de la bañera, luego me envolví en la toalla y salí del baño hacia mi habitación, mientras me terminaba de secar completamente abrí el armario y saqué lo primero que tomé de allí, que por cierto eran unos pantalones cortos de mi hermano menor. Solté la toalla y busqué ropa mía dentro del armario, la encontré y me la puse, eran unos cortos azules y un T-shirt rojo, y como iba a estar en la casa me quedé descalzo. Me sacudí el pelo y me dirigí hacia mi madre que aún se encontraba en el sofá, solo que esta vez estaba texteando con su celular.

Elián y su madre se sientan a hablar en el sofá.

Madre: -Estuve hablando con tu profesor y me dijo que en lo académico eres excelente, pero tu conducta no te ayudó a subir tus notas, y que piensa que tus amigos te están llevando por mal camino... Lo mismo que te digo yo.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2017 ⏰

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