El aire frío atacaba la ciudad, obligando a todos a ocupar abrigos, a veces, incluso, debían de ocupar tres para no morir de frío.
Este era uno de esos casos.
El pelinegro sopló, provocando que un aire tibio saliera de sus pulmones, congelándose apenas realiza contacto con el mundo. El invierno era un clima que adoraba con toda sinceridad.
-Adiós, Scott. Regreso mañana. –se despidió su hermano abriendo la puerta, mientras ajustaba su abrigo y mochila.
-¡oye! –Lo detuvo el menor, con el ceño fruncido. -¿A dónde vas? ¿No deberías de trabajar? Ni creas que pagaré la casa yo solo, tú...
-Debo realizar doble turno este día. –respondió, sin dejar terminarle.- Me ofrecí para reemplazar a Vincent mientras él terminaba trabajos en la Universidad... Bueno, supongo que él ya te lo había contado.
En ese instante cerró la puerta, sin dejar a Scott contestar o protestar.
-La verdad es que no...-susurró, extrañado- No tenía idea que necesitaba un reemplazo.
Frunció el ceño sin razón alguna, al menos desde su punto de vista.
No tenía nada que hacer ese día, pues su jefe le había dado el día libre.
-Un paseo no hará daño. –se dijo a sí mismo, tomando su teléfono y llaves, preparándose para salir a algún café cercano, o algo parecido.
Por otra parte, ya lejos de su casa –pero no demasiado– el de cabello morado juntaba un par de papeles, agrupándolos con rapidez y cuidado.
-Es temprano.- intentó calmarlo, Jeremy.
-Lo sé, pero debo entregar estos papeles antes de las cuatro...-murmuró el contrario, esparciendo y tirando lápices al tomar las hojas.
-Creo que estas demasiado estresado, Vincent. –Dijo su amigo, entrecerrando los ojos-Deberías de tomarte un respiro.
-No puedo... Debo entregar muchos trabajos esta semana, y ya voy tarde, Jere' –contestó, saliendo de casa con apuro a lo que su compañero se sobresaltó y reaccionó.
-¡¿No piensas ponerte un abrigo?! ¡Te vas a enfermar!
-¡No tengo tiempo! –y desapareció un par de cuadras más lejos de su casa. Jeremy suspiró, Vincent no tenía remedio.
-Que no diga que no le advertí...-murmuró, tomando las tasas de la mesa, y llevándolas a la cocina, para posteriormente, abandonar la casa de Vincent, ya lo regañaría en el trabajo.
El oji-gris lo único que hacía era repetir lo que Jeremy le había comentado minutos antes "Lleva abrigo", no hacerle caso sería un gran error, eso lo sabía perfectamente.
Un tono animado se escucha a lo lejos, el chico voltea mirando su alrededor, extrañado y confuso de aquella voz, sin embargo, aunque no lo admitiera, sabía de quien se trataba.
-¡Vincent! ¡Hola, ¿cómo estás?! –Fritz se detuvo junto a él, acomodando sus lentes.
-Hola, Fritz. –Correspondió.- ¿Qué haces aquí?
-Estudió aquí también, ¿lo olvidaste? –Rió- Por cierto, ¿por qué no traes abrigo? Vas a enfermar.
-Debo entregar unos trabajos.-contestó indiferente.
-Oh...-el de lentes se acercó a él, rodeando sus brazos al cuerpo contrario.- Antes de que preguntes, te doy calor corporal.
Vincent no contestó, acciones como estas provocaban que sintiera extrañeza y a veces incluso miedo, por Fritz.
-¿Quieres que te acompañe a entregar esa tarea?
El contrario solo se dispuso a negar, sintiendo su nariz congestionada y los ojos llorosos.
-Dame tu trabajo. –Pidió Fritz- Y vete a tu casa, ¿Qué acaso no pensaste en abrigarte? Si sigues aquí te dará Neumonía o algo peor...
-Pero...
-Escúchame, ¿ok? Podrías quedarte con Jeremy...
-Hoy iba al cementerio.
-¿Mike?
Vincent entrecerró los ojos, dudando. No era mala opción.
-Oh –soltó de la nada- Mike esta trabajando.
-Vincent, ¿qué opinas de Scott?
-...-enseguida se vino a su mente aquellas palabras que había mencionado el mayor hace ya unos días atrás. Negó.
-¿Qué pasó, Vin? –preguntó el de lentes, extrañado- Te gusta pasar tiempo con Scott.
-Si, pero... mejor no...
-¿Dónde está Maho? ¿Trabajando, no? –el oji-gris asintió- Le llamaré, ¿de acuerdo? De seguro vendrá apenas se entere que enfermaste.
-Si...-susurró el peli-morado. –Gracias, Fritz.
***
Scott bebía su café con calma, mirando el reloj, hoy no trabajaba.
En ese momento mira a la ventana, donde una vista muy clara a la calle se hacía presente. Estaba lloviendo.
-Vaya, menudo clima, ¿no? –soltó la chica frente a él, aquella que pedía su orden.
El pelinegro asintió, para luego continuar mirando afuera.
-En estos días es mejor estar abrigados, ¿no? Uno podría enfermar con este clima. Qué lástima, deje mi abrigo en casa... Será mejor llamar a Kelsey para que me ayude, jaja. La cuenta. –en ese momento, extendió una libreta, la cual Scott firmó enseguida.
-Si. –sonríe- Por suerte, yo estoy abrigado.
En ese momento, la chica se retiró.
Por alguna extraña razón, las palabras de esta le hicieron pensar en una persona.
Le hicieron pensar en Vincent.
¿Por qué? Ni él lo sabía.
-¿Por qué no me hablará como antes? –se preguntaba a sí mismo, inhalando el aroma del café, ya tibio.
Volvió su vista hacia la misma ventana de antes, donde se veía la lluvia más fuerte que antes, distinguir personas era casi imposible en estos momentos. Por alguna razón, una de todas esas personas se le hizo bastante familiar.
-¿Eh? –se levantó, dejando el café sin terminar sobre la mesa, saliendo de la cafetería bajo la lluvia.
Avanzó entre la gente, lentamente, no sabía si era verdad o era un simple engaño que su mente le jugaba en esos momentos.
-¿Vincent? –Preguntó, cuando ya estaba a tan solo un par de metros del menor.
Pandi_Pop, se despide.
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¿Esto es correcto? [PurplePhone]
FanfictionVincent y Scott. ¿No se te hacen conocidos? Me alegro. Ambos trabajan en una pizzería familiar, Freddy Fazbear Pizza, quizá una de las pocas y únicas cosas que tienen en común es ese trabajo. Pero... A veces las cosas no salen como imaginas, después...