*Unos días después*
Me encuentro en un lugar un poco extraño, no hay nadie y hay luz pero no parece provenir de alguna lámpara o foco, lo último que puedo recordar es que estoy cayendo y luego nada
-¿Estoy en el cielo?- me pregunto en voz alta, y de la nada escucho esa burlona risa de Merryk mientras me dice
-Tú ya no puedes ir al cielo- comienza a salir del piso como si éste fuese agua, se acerca lentamente a mí y al estar frente a mí, me dice
-Te salve de la gran caída, no puedes morir hasta que se cumpla el trato, pero ahora necesito que despiertes...- clava su mano en mi pecho y poco después todo se pone muy obscuro.
Abro los ojos y veo un poco borroso, tengo puesto en mi brazo un suero y parece que solo tengo puesta una bata. Frente a mi está mi madre, Ralph, un policía y un sujeto de traje negro, al ver que desperté Ralph se acerca y me pregunta que cómo estoy
-Bien, pero tuve un extraño sueño, en éste caía de un quinto piso y aterrizaba sobre un carro.- conteste
-No fue un sueño Erian, en realidad caíste desde tu departamento sobre un carro...- me dice Ralph
-No puede ser, ¡estaría muerto!- le digo mientras por mi mente pasa todo lo que ocurrió. Ralph se sienta en la orilla de la cama y con un tono muy serio me dice
-La policía dice que eres sospechoso de un homicidio, y el arrojarte por la ventana cuando te fueron a buscar sólo aumenta las sospechas-
-¿Un homicidio? ¿De quien?..- pregunto.
-De una chica, el policía te hará unas preguntas...-
El policía que lleva buen rato mirándome se acerca, trae una carpeta y de ella saca una fotografía de Akari, -¿La conoces?- me dice.
-Si, bueno solía hacerlo... - conteste.
-Según las cámaras del subterráneo ibas con ella el día que murió, ¿podrías darme más detalles de lo sucedido?- dice el policía mientras se inclina un poco hacia mi.
-Bueno, es... un poco difícil, ella era muy importante para mi, y el recordar su muerte me es complicado. Pero, ese día al entrar al subterráneo nos quedamos sobre el anden esperando el tren, un sujeto se acercó y la empujó... no pude hacer nada... - Conteste mientras agachaba la cabeza.
-¿Por qué cuando la policía fue a tu casa te aventaste por la ventana? Si eres inocente no tendrías porque hacerlo- dijo el policía y caminaba alrededor de la cama.
-Yo no me avente, alguien más me obligó, solo recuerdo que...- dije y entonces me interrumpió diciendo.
-No había nadie mas en el departamento, la policía inspeccionó el lugar y no había nadie mas que tú-
Ralph se acercó, colocó su mano sobre el hombro del policía y dijo
-Oficial Ozuma, esto ya lo esta haciendo personal, y recuerde que el abogado esta justo atrás de usted...- al escuchar el apellido me pareció haberlo oído ya en otro lado, no estoy muy seguro. Después de que platicaran con el abogado se retiran todos, pero Ralph se acerca nuevamente a mí y me dice
-Erian, yo se que eres inocente, la cinta del subterráneo lo muestra, pero no inventes cosas extrañas, en el departamento no había nadie... solo tú-
Lo miro fijamente a los ojos mientras pienso como decirle lo de Merryk, puede que no me crea, quizá hasta pueda dar a un psiquiatra. Después de unos segundos le digo
-Yo se que nadie me cree, sin embargo no estoy inventando nada, en verdad algo me empujó, y ese algo también me salvo. ¿Crees que es normal que después de tal caída siga vivo?-
Ralph me mira algo pálido, baja la mirada y me dice
-Ya no hagas estupideces. Tu madre sólo vino a firmar unos papeles y no parecía preocupada, pero tienes amigos a los cuales nos angustia saber que en cualquier momento puedes repetirlo...-
No estoy muy seguro si era necesario que me recordará la poca importancia que tengo para mi madre, pero el saber que aún tengo a gente que me quiere y se preocupa por mi me anima un poco.
-Vencere a "eso" y todo será normal, cuando todo acabe, celebraremos toda la noche- le dije
-Me parece estupendo, yo pondré el alcohol y brindaremos por ti.- contesto Ralph.
Me quedo solo en el hospital, no se a que hora es, no hay ni un reloj cerca, yo cálculo que son cerca de las 7 ya que el sol comienza a ocultarse y el cielo tiene un naranja muy vivo. Al poco rato entra una enfermera y me da un sedante para el dolor... que no logro sentir. Me vence el sueño y me duermo.
Despierto nuevamente como a media noche o quizá más tarde, me siento encarnado a la cama, debo caminar un poco antes de que me fusione con las sábanas. Me levanto y veo que aún tengo movilidad en mis piernas, lo que es muy agradable cuando te enteras que caíste de tan alto. Me acerco a la ventana con pasos tan lentos como si fuese un anciano, soportandome con el tubo en el que cuelgan el suero. Al llegar a la ventana veo la calle, y las farolas que la alumbran, es un bello paisaje nocturno, pero esa belleza se hace tétrica al ver un sujeto debajo de la farola que se encuentra frente a mi habitación, es alto y tiene un sombrero, no se quien sea pero mientras está ahí fuma un cigarro y permanece inmóvil, creo que tengo un poco de ventaja al estar en la segunda planta, así puedo verlo pero él no a mi... o eso pensé, él levantó la mirada justamente a la ventada donde estaba yo y descubro que es el mismo sujeto que me dio la manzana, mira un poco más y después se va, camina por la calle como si no temiera nada, ¡que tipo mas raro!.
Regreso a mi cama y me desplomó otra vez, esos sedantes son poderosos.
-Erian...- escucho la voz de Akari, abro los ojos, pero no hay nada, Merryk adora verme sufrir.
