En el momento que la navaja atravesó mi carne y comencé a perder el conocimiento pude ver algo, una luz, parecida a la que dicen que se ve cuando mueres, solo que esta luz no estaba sola... había decenas de "caminos", cada uno de ellos guiado por su luz ¿cuál debería seguir?...
Cuando comencé a caminar hacia una de ellas sentí como si algo me jalara, mi cuerpo se endureció y finalmente retocedi. Poco a poco las luces se fueron alejando hasta que desaparecieron,
- ¿Estas bien...?- alguien me pregunto.
Voltee inmediatamente para ver quien era, esa voz me era tan familiar. De la sombra comenzó a salir una mujer, su cabello era largo y con un tono rojizo... es Akari. Estoy seguro que es ella, puedo sentirlo, me pongo de pie y corro hasta donde esta ella,
- Perdón Erian...- dijo ella mientras mantenía su mirada en el suelo
- ¿Por qué te disculpas? Soy yo el que debe pedir perdón, sino fuera por mi tu seguirías con vida...-
- ¡No digas eso! -
Me quede perplejo al oír eso, me aceque un poco mas y la abrace recargando su cara en mi pecho, comencé a sentir como su fuerza se iba esfumando, sus piernas comenzaban a temblar y poco a poco fuimos descendiendo hasta quedar apoyados en nuestras rodillas, cuando estaba a punto de decir algo que la calmara me interrumpió sollozando
- Si tan solo le hubiese ganado a ella... tu no estarías muerto.-
- ¿Estoy muerto?... ¿Quién es ella? -
- Lo siento, en verdad... lo siento Erian.-
- No te preocupes, al menos aquí no estaré sólo.-
- Nunca lo estuviste, siempre hubo personas que estaban a tu lado y aquí... Aquí solo estoy yo.-
- Para mi es suficiente que estés tú.-
- Pero... ya no soy como antes...-
Akari levantó la cabeza y tenia el rostro en un estado decadente, tenia algunas partes descarnadas, se podía ver aún sangre en su rostro. Le sonreí mientras dirigía mis manos a su cara, al llegar a ella limpie sus lágrimas y acaricie su mejilla
- No me importa como luzcas, yo te quiero tal y como eres.-
Su rostro se lleno de vida nuevamente, era como cuando un niño se levanta en navidad y ve los regalos bajo el árbol, como escuchar la canción "feliz cumpleaños" por décima vez y no saber que hacer, si la muerte fue el precio por verla sonreír de nuevo... moriría mil veces. Después de un largo silencio volvió a hablar.
- Ella me ofreció un trato el día que todo ocurrió...-
- Dime ¿Quién es ella?-
- ... Merryk, creo que ya la conoces.-
- ¿Qué clase de trató fue?-
- No te lo puedo decir.-
Un momento después una luz comenzó a brillar en arriba de nosotros, me puse de pie y Akari me dijo,
- Tu no perteneces a este sitio Erian... tú debes volver.-
- ¿Volver?... no, yo quiero quedarme contigo.-
Ella se levantó, rodeo mi torso con sus brazos, recargo su cabeza en mi pecho y susurro,
- Vuelve con ellos, espero no verte pronto por aquí... Te quiero.-
Cerró sus ojos y sonrió, la abrace fuerte, no la quería perder otra vez. Su cuerpo comenzó a desvanecerse hasta que desapareció. Mire mi playera y estaba manchada de sangre al igual mis manos, la sangre en mi playera comenzó a expandirse, comencé a sentir que estaba flotando, cerré los ojos y empecé a sentir que el aire me faltaba. Abrí los ojos e inhale, al mirar alrededor veo que estoy en la habitación donde se hizo el rutual, siento un dolor en el estómago y estoy vendado... al fin término todo ¿no?.