-Sam... ayúdanos con esto.- la voz de mi padre hizo que interrumpiera mis pensamientos, pude notar que mis padres necesitaban ayuda para subir algunas maletas al taxi. Sonreí y lo ayude levantando ese pesado equipaje para poder meterlo al auto.
-¿Estás lista?- preguntó él con una gran sonrisa en su rostro, imité su gesto asintiendo, y nos metimos al taxi, en unos 20 minutos ya nos encontrábamos en el aeropuerto.
Pasé casi todo el viaje sin poder dormir de lo ansiosa que estaba, sin dejar de pensar lo que me esperaba en España, ya que mis padres decidieron mudarse por cuestiones de trabajo y para suerte mía había ganado una beca en una de las universidades.
Al principio no quería hacerlo, me daba miedo, nunca me mudé a otro país, ni siquiera me he mudado de casa, esa era una de las razones por la cual estaba nerviosa, pero al paso del tiempo fui cambiando de opinión, aunque no del todo. Luego mis padres decidieron darme una sorpresa, sabiendo que yo iba a estar totalmente convencida de ello. No solamente tenía una beca, sino que también me dijeron que cuando lleguemos allí, me iban a dejar vivir sola; me habían comprado una casa solo para mí, eso era algo del que estaba completamente agradecida y siempre quise hacer. Sé que no soy buena para hacer amigos y mi timidez me impide hablar con la gente pero sentí que este iba a ser un buen cambio, y más allá de todo daría lo mejor de mí para aprender de la vida.
Finalmente llegamos a Madrid, ya se estaba haciendo de noche, como dije antes, yo no había dormido, así que obviamente estaba cansada. Salimos del aeropuerto y decidimos marcharnos a nuestros respectivos hogares. Tomamos dos taxis, mi madre subió a uno con sus maletas para irse a su nueva casa e ir acomodando algunas cosas pero me dijo que luego iría a visitarme. Mientras tanto mi papá quiso acompañarme a mí.
A pesar de mi cansancio no podía dejar de ver a través del vidrio lugares en los que nunca había estado, edificios, plazas, monumentos, etc. Todo era hermoso. Según mi padre, hicimos un viaje aquí cuando yo tenía 1 año, obviamente no lo recordaba así que para mí, era la primera vez que venía o por lo menos la primera vez que lo podía disfrutar. Y claro que iba a tener todo el tiempo del mundo para poder hacerlo.
Ya estábamos llegando, mi casa estaba un poco alejada del centro pero más allá de todo parecía un lindo vecindario, casas grandes, jardines, se podía sentir la paz que habitaba allí, era perfecto para mí. El chofer del taxi estacionó el auto frente a mi nueva casa, que por cierto la había visto solo por fotos, sin embargo era más linda literalmente. Pude sentir a mi padre hablando con él mientras de a tanto me hablaba a mí, yo no respondía, ni siquiera supe que decían entre ellos, no veía las horas de pisar mi nuevo suelo, mi nuevo hogar, mi nueva vida. Sin pensarlo dos veces bajé del auto, una mezcla de buenas sensaciones recorrió mi espalda al pisar el césped tan verde que me rodeaba, sin dejar de mirar el camino que me tomaba llegar hacia la puerta se podía oír una música un poco fuerte proveniente de la casa de al lado, bastante más grande que la mía por cierto. ¿Habrá una fiesta? No creo, ya que parecía que estaba todo cerrado y sería muy raro hacer una fiesta con puertas y ventanas cerradas que con suerte se podía ver una escasa luz que provenía desde adentro, que aburrido. Tomé una de las maletas que tenía cerca de mí mientras mi padre se despedía del chofer y se dispuso salir del auto entretanto bajaba el resto de mis equipajes.
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El chico de al lado, el psicópata [Rubius]
FanfictionSam, una chica de 22 años se muda a otro país, sorpresivamente junto a ella vive un chico el cual solía ser famoso por subir vídeos a Internet. A través de la voz de la protagonista se desembrollará una oscura historia de suspenso, desafiando lo...