Capítulo 5

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Siento frío, se que ya debería estar acostumbrado pero mi cuerpo muy dentro de mi guarda el calor de la mujer que me dio la vida y también su vida y su último respiró en este mundo, y mi mente guardó su rostro aun sonriendo después de muerta.

Aun en poco puedo abrir los ojos que duelen más por la luz que me ciega por instantes, se que ya debería de estar acostumbrado pero vivir en un sitió oscuro donde apenas hay luz, donde te mantienen dormido por semanas y solo te despiertan cuando saben que ya estás por dar tu último respirar, que de pensar que la luz del sol pega en tu cara cegando más que la luz que cuelga del techo a medio reparar.
-Don... Donde es... Toy.

-tranquilo niño, nunca podrán entrar aquí, mejor sigue durmiendo, pronto todo acabará como debió ser en un principio y podremos empezar de nuevo.

-"no no por favor, no quiero volver, NO! ". Alto, no puedo ir.. Me e... Ellos me....me necesitan.
No pudo terminar de reaccionar. Mientras el pensaba el hombre junto al lado de la camilla, le había inyectado el sedante en el cuello, lo cubre con una manta de hospital y se aleja del lugar llevando la camilla consigo, para en el camino dejar bombas programadas

No Me Sueltes RirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora