La noche parecía eterna, las ramas de los árboles crujían y se escuchaba el ligero silbido del viento. Un ambiente un tanto misterioso, realmente interesante para nuestro hombre.
Miró el filo del hacha y volvió a pensar en el acto que haría: partirse por la mitad para acabar con su agonía. Si, era realmente una locura, incluso el lo admitía, pero que fuera de una manera más retorcida lo hacía aún más interesante.
—¿En serio quieres hacer esto? Solo nos harás perder tiempo... nuestra inmortalidad impide acabar con nosotros...—. Refunfuñó la furia, le inquietaba demasiado el hecho de suicidarse de esa manera.
—Vale la pena intentarlo ¿no lo crees? si funciona, terminaremos con la agonía; si no lo hace seguiremos como antes... unidos y solos...
Lo pensó por un momento ¿en verdad se iba a suicidar de una manera tan atroz? bueno, eso lo haría más interesante y entretenido... o al menos para él.
Empuñó el mango de la hacha y la alzó quedando justamente encima de él. Una amplia y retorcida sonrisa se dibujó en su rostro mientras sus ojos brillaban con solo sentir su casi imposible muerte. Si, el mismo aceptaba que poner final a su miserable vida de esa forma lo haría un enfermo, ¿qué va? da igual.
El filo del arma blanca cortó justamente un cabello por la mita. Guió la hoja del hacha a través de su cabeza hasta la entrepierna, sintiendo un horrible y satisfactorio dolor por todo su cuerpo. Y el resultado no fue exactamente lo que esperaba.
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El espectro abrió los ojos, estaba confundido. Tenía una extraña sensación de libertad y se sentía diferente, flotó hasta un charco de agua cercano y se miró en éste:
Un lobo negro estaba reglejado en el agua, tenía puesta una larga máscara negra, sus ojos eran de un tono azulado intenso y brillante, como un cielo nocturno estrellado. La decepción lo invadió por unos segundos mientras soltaba un pequeño gruñido.
—¿Lo ves? Te dije que no funcionaría... Las cadenas de este castigo no se rompen, solo dejan marcas y queda sin liberar.
—¿Pero qué dices, lobo? ahora estamos juntos...
Esa voz...
Si, era la misma que le hablaba. Pero esta vez era diferente; la voz no era del interior, había sido liberada... ¡los dos se habían separado!
El lobo rápidamente volteó a ver a su alrededor y allí estaba ella. Vio una criatura tratando de levantarse del suelo. El de pelaje negro se acercó a la blanca que trataba de ponerse en pie: una oveja con un antifaz del mismo tono de piel.
—Reconozco esa voz... tú... tú eras quien respondía ante todas mis preguntas con la razón, la serenidad de los dos, tú... nos liberaste...
La oveja se límito a dar una pequeña risa, al levantarse sus piernas temblaron un poco.
—Irónico... ¿no crees?—. Preguntó la albina, el lobo quedó un poco confundido ante lo que ella había dicho.— Al estar unidos como una sola persona estábamos solos... ahora que estamos separados estamos juntos... nos tenémos ahora el uno al otro...
El lobo dio una retorcida sonrisa mientras daba vueltas alrededor de su compañera, la oveja tomó el arco que era del hombre que alguna vez fueron. La albina acariciaba su arco mientras tarareaba una canción, su compañero aullaba sin parar de dar vueltas.
Las orejas del lobo se levantaron de repente, la oveja dejó de cantar quedando en silencio. Ambos no hicieron movimiento alguno.
Lo sentían, la vida de alguien estaba por terminar, la oveja dio una ligera sonrisa y volteó a ver a su compañero. Saliva comenzó a salir del hocico de su compañero, cosa que hizo soltar una risa.
—Hambre... tengo hambre, ovejita...—. Dijo el lobo entre gruñidos.
—La elección es primero...—. La oveja quedó en silencio mientras observaba a su víctima.— una dama algo jóven, pero no es excusa del destino.
La jóven marcada caminaba a las afueras de Demacia; su enfermedad estaba por acabar con su fuerza, se sentía realmente débil. Al ver la marca de "ellos", quedó estupefacta. Un susurro se escuchó en el lugar, era oveja quién daría la decisión a la víctima.
—Usted decide, pequeña dama, como quiere que termine su vida...
La chica se alteró, no quería morir ¡no ahora! Se incorporó y comenzó a correr; no aceptaría su destino de esta manera, correría hasta su último aliento. No se detendría por nada.
La oveja miró como la jóven trataba de huir de las manos de la muerte. Dio un suspiro y miró a su compañero. Estaba relamiendoce el hocico, se le veía muy emocionado.
La albina sonrió al ver al de pelo negro así.
—Lobo—. Dijo la oveja, mientras acariciaba su arco.— La caza comienza ahora....
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Ellos Vienen |Historia de Kindred|
Fanfic-Unos nos llaman "extraños", otros "asesinos"... -¿Y en realidad que somos, corderita? -Nosotros... somos el destino. ----- Historia corta sobre los Kindred. Kindred (c) Riot Games