Estoy cansada, cansada de este mundo en el que rompemos corazones por placer y seguimos adelante sin ningún mal parecer.
Me siento sola, sola y triste como una amapola, hermosa flor que escondida llora.
Las lágrimas van cayendo por mis mejillas sin que alguien lo note, el cuchillo acaricia mi piel en silencio mientras de mi brazos la sangre brota, pero cuidado, nadie debe saber que él y yo nos vemos a solas.