Hay un chico, está sentado sólo en las escaleras del instituto, no puedo dejar de mirarlo, ¡MIERDA, SE DIO CUENTA! ahora no deja de mirar, mejor me voy.
Ése es Andrés el chico de los ojos azules el cual llevo enamorada tres años y medio, nunca he logrado captar su atención de la manera adecuada, sólo sabe que existo por hacer el ridículo y por que soy la loca que lo mira todo el tiempo, todo el mundo sabe lo que siento por él, pero yo aún no se lo he dicho, no tengo el valor suficiente, además no es normal que una chica se le declare a un chico, ¿no?, pero así es la gente normal..., le voy a decir.
Bueno, no es el mejor día, pero si no se lo digo hoy no lo haré nunca, pero primero tengo que esperar a que acabe la clase de biología, nadie está poniendo atención, así que yo puedo ir planeando como le voy a decir y fantasear con él diciéndome
-Samantha, yo también estoy enamorado de ti, nunca te lo había dicho ni había demostrado nada, porque soy muy tímido, pero te amo, vivamos juntos y tengamos hijos de ojos azules y cabello rojo.
¡Devuelta a la realidad! Eso nunca va a pasar, pero puedo soñar con eso.
Ahora que el timbre para cambio de clase ha sonado tengo que concentrarme en cómo lo voy a decir.
Ya empecé a sudar, me tiemblan las manos y me puse roja como si hubiera corrido toda una maratón.
Cuando lo veo pasar por el patio sigo derecho, no, ésta vez noo, así pasaré el resto de mi vida y a éste paso nunca le voy a decir, entonces me devuelvo y lo llamo.
-¡Andrés!.
El se voltea y me empiezan a temblar las piernas, no, ahora nooo, ¡piernas, muevansee!.
-¿si?.
-Tengo que contarte una cosa.
-Claro, dime.
-Ehmm...., no se cómo empezar...
Sus amigos le advierten que van a cerrar el salón y que es mejor que vaya antes de que el maestro lo haga, pero el hace caso omiso para quedarse conmigo y oír lo que tengo que decirle
-Bueno, es que hace 3 años.. Hace tres años tu.... Ay, ya sabes.
-No, no se.
-Ay siii, es que tu.. Ayyy
-...
Debí planearlo mejor, estoy temblando totalmente, sudada y agitada, el corazón se me va a salir de lo rápido y fuerte que está latiendo.... EXACTO!. Entonces tomo su mano y la llevo hasta mi pecho para que sienta mi corazón y lo agitado está por él. Andrés me mira con esos ojos que me matan y me reviven en un solo segundo, esos ojos color cielo tan penetrantes, esa mirada que oculta algo. Le pregunto aún con su mano en mi pecho
-¿Sientes lo rápido que va?.
El asiente
-¿Ahora entiendes?.
-No, lo siento, no sé de qué hablas.
Samy, no te desesperes, no te desesperes.
-Andrés... Es que.. Tumegustas.
-...
-...
-Samantha, tú eres muy bonita, pero ahorita no quiero nada serio.
No tiene que ser serio, estuve a punto de decirle, pero no, la verdad es que si quiero algo serio con él, lo quiero tantoooo.
-Entonces, ¿amigos?
La verdad no quiero ser sólo su amiga, pero es la única manera de recoger un poco de mi dignidad.
-Claro, amigos estaría bien.
Okay, estoy lista para salir huyendo de aquí y no volver jamás, que vergüenza. Pero en ese preciso momento en el que mis pies comienzan a caminar, el me toma de la cintura y me aproxima a él dándome un abrazo de consuelo diría yo y un beso en la mejilla. No es con lo que había soñado, pero me conformo, es lo más cerca que hemos estado.
Cuando llego al salón de religión una de mis nuevas amigas, Silvia, me pregunta por qué he llegado tarde y le cuento todo, con cada detalle, lo que no entiendo es por qué estoy feliz mientras lo hago, ya que debería estar hecha un mar de lágrimas por el rechazo. Al principio se encuentra un poco molesta porque siempre me advirtió que no hiciera eso, pero ya no podía más, tenía que decírselo, finalmente ella me entiende y escucha mi historia completa.
Al salir del instituto me doy cuenta de que mi nerviosismo no me dejó decirle a Andrés lo que realmente siento por él, así que decido buscarlo a la salida y aclararle bien las cosas, Silvia me acompaña, durante todo el camino me dice lo terrible que es esa idea, por supuesto, al encontrarlo, le hablo abiertamente.
-Hola Andrés, bueno como ya sabes ahorita estuvimos hablando de tu ya sabes que y yo estaba un poco nerviosa y por eso sólo te dije que me gustas, pero la verdad es que siento algo más que eso, yo te.... Quiero, lo hago desde el momento en que te conocí, hace tres años y medio, pero hasta ahora tengo el valor de decírtelo.
Espero entusiasta..
-Claro, yo entiendo, pero ya te dije lo que yo siento y...
-Okay, está bien, no hay problema, que estés bien, adiós.
Mierda, mierda, mierda
Camino rápido sin un rumbo fijo hasta que Silvia me hace parar y me lleva a un lugar en donde me pueda sentar. Me siento y miro a la nada, no sé qué hacer, qué pensar, ese choque de emociones, hace un minuto estaba feliz y ahora, bueno, ahora no se como estoy pero algo me duele, siento que no puedo respirar, las manos me tiemblan y no me puedo levantar, Silvia me abraza y yo caigo en llanto mientras ella me soba la cabeza con ternura. Es que ni siquiera sé por qué estoy llorando si yo ya sabía lo que iba a pasar, el ya me lo había dicho, pero yo seguí con mi estúpidos sentimientos adelante y ahora bueno, puedo decir que me han rasgado el corazón.