Has salido del hopital... hacía tiempo que no te veía tan bien, con una media sonrisa en tu rostro. Pero la felicidad no te duró mucho, tus recientes visitas al hospital, los grandes daños en tu piel y el hecho de que tus padres nunca aparecieran; alertó a las autoridades. Hubo un juicio, tu madre perdió tu custodia. Durante esos días, en los que se decidía si te quedarías con algún familiar que quisisese hacerse cargo de ti o si por el contrario, el estado te enviaba a algún orfanato; estuvistes en casa de tu abuela, una buena mujer pero demasiado mayor ya para hacerse cargo de una niña de quince años, porque admitámoslo, a los quince años aún eres muy ingénuo: las traiciones, desilusiones y enemistades son algo común en esta étapa de la vida (o almenos así lo veo yo) y si a eso le juntas los sentimientos tan alborotados y confusos que característicamente poseemos los adolescentes... pasan cosas...
Lo que te sucede a ti, Luna, es un ejemplo de esas "cosas" llevado al extremo, y por desgracia es un ejemplo real. No digo que lo que te haya pasado no sea una desgracia de la que no haya que lamentarse, pero lo que nunca deberías hacer en pensar en matarte. Nada es tan malo ni está tan arruinado como para abandonar todo lo que tienes, la vida, todo puede solucionarse. Es una lástima que tu ya hayas pensado en el suicidio.
Eres joven, te queda mucha vida por delante, saldrás de esta y luego te darás cuenta de lo tonta que has sido. Aunque ahora te sientas sola... entre toda la gente que hay en el mundo es imposible que no haiga ninguna que no te quiera y aprecie por quien en verdad eres, ni siquiera necesitas buscar mucho. Estoy justo aquí Luna, te quiero y aprecio como eres.
Estoy aquí Luna.
Te amo.
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¿Soy lesbiana?
القصة القصيرةUna novela basada en mi y mis propias preocupaciones. Si crees que estoy equivocada en algún tema de los que trato en mi novela puedes decirmelo.