Afortunadamente, no eres tú.

Un retorcido cambio

Notaran que los nombres están destacados con letra negrita, esto es porque les describiré con más detalles a los personajes en el siguiente capitulo.

Espero les guste ♥

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Escuche como la alarma de mi despertador no paraba de sonar; Maldita sea! había llegado el día, ese maldito día que tanto había estado odiando desde que me entere de la noticia. 

Llego Ernesto a mi habitación y toco la puerta:

- Señorita Forbes, se le esta haciendo tarde para su primer día en su nuevo colegio. 

-Maldito, como si me importara siquiera ir.-

- Si Ernesto, ya voy! -grite sin levantarme de la cama- 

Ernesto Franco es el mayordomo de la familia desde que tengo memoria, creo que hasta estuvo en el nacimiento de mi padre. Es un señor no tan mayor, con el pelo algo canoso y algunas arrugas notorias en su rostro. Es muy cariñoso con todos y nunca tuvo una familia, quizá por eso lo tratamos y nos trata como una. 

Me levante de la cama, me di una bañada rápida, me cepille mis dientes y claro sin poca emoción salí de mi cuarto y me dirigí a la salida de la casa donde la limusina me esperaba con Ernesto dentro con una gran sonrisa, como si disfrutara verme sufrir. 

Luego de 15 minutos en la limusina, llegamos al destino y claro mi cara de odio no podía ser peor. 

- Llegamos a su tan esperado destino mi lady. 

- Gracias, que amable! Con una sonrisa fingida me baje de la limusina y empece a caminar hasta la entrada de mi nuevo colegio.

- ¡Hola! Tu debes ser la chica nueva -me di la vuelta y vi a una chica con ojos grandes, alta y con pelo lacio.- 

- Si, yo soy. Me llamo Katherine, Katherine Forbes. 

- ¡Hola! Yo me llamo Ana Brown y el es mi amigo Fernando Gomez, ¿A que grado vienes a inscribirte?

- Pues a octavo, ¿Y ustedes de que grado son?

- Nosotros somos de primer año -me dijo Fernando- ¡Que bonita eres!

No sabia si reírme o agradecerle, así que solo sonreí.

- Sabes, si no tienes con quien sentarte en el break, puedes sentarte con nosotros. -Me dijo Ana con una gran sonrisa. 

-Gracias! -Salvada o quizás aterrorizada sonó la campana del timbre, mientras miraba como todos se formaban localice el numero 8 que significaba el grado de cada linea, lentamente me forme y me puse en el ultimo lugar, queriendo pasar lo más desapercibida posible. 

Luego de una muuuy aburrida introducción, empezamos a caminar hacia los salones, estaban pintados de un color crema adornados con rayas color café y el suelo era de cerámica. - Aburrido- 

Al entrar a los salones, los pupitres eran individuales, hechos con madera de alta calidad que se notaba a simple vista y con una computadora en cada uno. Claro, uno de los mejores colegios del país no podía dejar los lujos a un lado. 

Me senté en el ultimo pupitre. 

- ¡Hola a todos! Mi nombre es Sebastian Pintin -dijo un hombre de con un aspecto amistoso- soy el profesor de ética del colegio y ademas voy a ser su encargado el resto del año, conmigo podrán entenderse si tienen algún problema y .... -deje de escuchar lo que decía, y me concentre en estudiar a cada uno de mis compañeros.