Falsos Paraisos

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Recordad..

Hay seres que desean amar,

Pero que son incapaces de hacerlo..

–No lo romperás.

Le dijo, logrando que Shun alzara su vista y se concentrara en su suave sonrisa, para luego tomar el vaso que se le ofrecía. Iris se dio vuelta, volviendo a su lugar en la mesa, mientras todos los demás observan a Shun mirar su vaso, el sonoro suspiro que escapo por sus labios lleno la habitación... Tenía que ver lo que diría ahora... Si hablaría o no ahora.

–Lo que está pasando proviene de mucho tiempo atrás y nosotros... Yo simplemente caí en el fuego cruzado... –Les dijo más tranquilo Shun. –Los ángeles y demonios se han estado enfrentando por siglos debido a su naturaleza, salvando o destruyendo mundos en una guerra que nunca comenzó ni tendrá fin... Según sé, ni ellos mismos saben desde hace cuanto tiempo luchan ni la verdadera razón de tales batallas.

– ¿Por qué nos atacan en nuestro mundo? ¿Qué vuelvan a su mundo si es así? –Le preguntó ligeramente ofuscado Seiya, ya estaba harto de las deidades poderosas y orgullosas que creían que por tener poder no más el mundo les pertenecía. Después de conocer a Azrael, estaba seguro que aquellos demonios y ángeles eran iguales. – Además ¿Cómo has terminado metido en esto?

–Por estar en el lugar y en el momento equivocados, Seiya... No existe otra razón. –Le respondió Shun. – El tártaro no es un simple prisión, es literalmente otra dimensión donde el cielo y el infierno se encuentra, donde sólo los ángeles y los demonios gobiernan... Es un lugar inmenso, con miles de paisajes diferentes y extraordinarios que sólo la imaginación podría crear.... Desde los jardines de cristal en los cielos a las ardientes fumarolas, los volcanes y aberrantes prisiones que se esconden tras las cordilleras del infierno, el inmenso desierto del olvido y los salones de la historia... Hay lugares donde el tiempo no se siente, otros donde las presiones y temperaturas son tan altas que permiten ríos de oro líquido.

– ¿Es enserio?

Todos miraban a Shun sin poderle creerle, más el caballero de libra ¿Ríos de oro liquido? ¿Jardines de cristal?... No, eso no era posible.

–Nada es imposible.

Les respondió Shun, al tiempo que sus ojos miraban directamente a Shiryu... Casi como si le hubiera adivinado el pensamiento.

–Creo que Azrael les conto que a los demonios les gusta sentir las emociones antes de matar su víctima–Les dijo. –, la verdad es que podemos sentir las emociones que tienen todos los seres vivos que nos rodean... Al principio te sobrepasa y te asusta, pero luego de unos pocos días ya empiezas por mero instinto a dominarlo, es como una especie de oído que enfocas para escuchar un determinado sonido antes que otro. Aunque, el lugar de escuchar sientes lo que ese ser vivo está sintiendo en ese momento.

– ¿Entonces lees mentes?

–No–Le respondió Shun a Seiya. –, puedo saber lo que siente esa persona y con algo de suerte deducir que es lo que está pensando.

– ¿Así? ¿Qué estoy sintiendo en estos momentos?

–Seiya, no necesito saber lo que sientes para darme cuentas de que estas lleno de curiosidad y sorpresa, siempre fuiste así... Aunque, si sé que hay algo de preocupación, sincera preocupación con miedo y ansiedad...

El castaño le sonrió suavemente, ligeramente sorprendido de que el joven de cabellos verdes haya percibido más allá de su lado jovial para decirle lo que realmente sentía.

Criaturas de la noche (saint seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora