trastornos alimenticios

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Los trastornos alimenticios como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón (BED, o binge-eating disorder en inglés), son serias amenazas tanto para la salud física como para la psicológica. Además de los efectos físicos nocivos ocasionados por los atracones, las purgas y el matar de hambre al cuerpo, los trastornos alimenticios contribuyen a los problemas psicológicos, emocionales y psicosociales.

Imagen distorsionada del cuerpo

Una característica común entre las personas con trastornos alimenticios, especialmente entre aquellas que sufren de anorexia, es la alteración de la imagen corporal. Mucha gente puede ver a una persona con sobrepeso u obesidad cuando se mira en el espejo, pero en realidad es posible que tengan un grado de delgadez peligroso. Esto puede ser frustrante y perjudicial para el bienestar psicológico de una persona debido al énfasis constante en la perfección. Sin importar cuánto peso se pierda, puede ser que la persona nunca esté satisfecha con su cuerpo.

Baja autoestima

La baja autoestima puede ser un factor que contribuye al desarrollo de los trastornos alimenticios, y también puede ser uno de sus efectos dañinos. Las personas con trastornos de la alimentación pueden sentir que no son lo suficientemente buenas de alguna manera y ven la pérdida de peso como un camino a la felicidad y al éxito. El diálogo interno negativo y el odio a sí mismo que se presentan al sufrir de trastornos alimenticios pueden disminuir la autoestima de una persona. De hecho es lo más probable.

Aislamiento social

Una de las consecuencias más notables de un trastorno alimenticio es el aislamiento social. Los trastornos alimenticios requieren un alto nivel de secreto para continuar y, por desgracia, hacen que la persona con ese problema tenga dificultades para mantener cualquier tipo de relación cercana. Debido al dolor y la preocupación que las personas cercanas sienten por las conductas no saludables, tales como el hambre, los atracones y las purgas, mucha gente se ve obligada a mantener sus trastornos alimenticios en secreto e incluso a mentir a las personas cercanas.

El miedo a subir de peso

Otro efecto psicológico de los trastornos alimenticios es la tendencia de la persona a desarrollar un miedo extremo o fobia al aumento de peso. Esto puede convertirse en un serio obstáculo cuando una persona comienza el tratamiento para el trastorno, debido a que este miedo tiende a interponerse en el camino del deseo de alguien por estar saludable.

Comorbilidades psicológicas

Los trastornos alimenticios tienen una alta tasa de comorbilidad, es decir, a menudo se presentan junto con otros trastornos psicológicos. Algunos de los problemas y trastornos que son comúnmente comórbidos con los trastornos de la alimentación son la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo y las autolesiones o automutilaciones. Ya sea que se trate de factores que contribuyen al desarrollo del trastorno alimenticio o productos del mismo, estos trastornos son graves y deben recibir atención profesional, aparte del tratamiento para el trastorno alimenticio.

Los trastornos alimenticios son problemas muy graves que por desgracias es bastante común entre adolescentes,debe ser tratado con total respeto y si estás pasando por ello buscar ayuda.

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