Felicidad

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Iba a acercarme a ella felizmente para abrazarla cuando entonces...

-Oh! Asique aquí estabas mi amada diablilla~♡

¡Esa voz! No puede ser cierto...

-¡¿Sal?!- aclamo Wadanohara un poco sorprendida y nerviosa.

-Ha... Y si también esta Samekichi-

-Sal eres un idiota- dijo con un puchero Wada a medida que se levantaba y me daba la espalda.

-¿Q-que?, acabo de llegar y solo me recibes con un insultos, que cruel eres Wada- dijo Sal con sarcasmo y fingiendo una lagrima.

-¡Te lo mereces! Y ya viniste demasiado tarde ya le enseñe todo a Samekichi- respondió Wada a media que se acercaba hacia Sal.

No, no, no, no, no. Esto no puede estar pasando yo... hace un momento estaba con Wada y-y ella tenía... y yo iba...

Esto no puede ser cierto ¿verdad? ¡¡Verdad!!

Dirigí una mirada llena de ira hacia la basura blanca y lo único que podía hacer era mirar como la Wada de hace un momento desaparecía y volvía a hacer la misma sádica de siempre.

-Esto no puede ser cierto- murmure levantándome del suelo torpemente con ojos como plato.

Pero sin saberlo mi murmuro llego a los oídos de Sal al cual no tardó en responder.

-Mmm~ ocurre algo Samekichi- pregunto sádicamente acercándose a mi junto con Wada.

-...- no respondí solo le dirija una mirada de odio como de costumbre a la que el correspondía.

-Y de todas formas ¿que estaban haciendo aquí?-cuestiono haciéndose el tonto- Me puedes decir Samekichi?-

Grrr!! ¡Ese maldito desgraciado!

-Mmm, pues después de terminar el recorrido Samekichi se sintió cansado, asique nos sentamos aquí a descansar- interrumpió Wada rápidamente con una sonrisa nerviosa.

¿¡Porque estas mintiendo Wadanohara!?

-¿Y solo ocurrió eso?- cuestiono volteando hacia Wada.

-Sip...- confirmo esta sin dejar de sonreír-

-¿Y entonces me puedes decir la parte con el que te raspaste los hombros?-

Wadanohara trago en seco y mientras caía unas gotas de sudor por sus mejillas. Ahora ¿qué? ¿Qué está pasando?

-Mn... Como imagine- respondió el serio.

-Sal... No culpes a Samekichi, el no quiso hacerlo a propósito...-

Él se acercó a Wadanohara y se puso a la estatura de esta para acariciarle suavemente su cabeza.

-No tienes que decir nada Wada-sonrió- Vamos a pensar como si nada hubiese ocurrido de acuerdo- decía mientras acariciaba suavemente la cabeza de Wadanohara.

¿Porque no decía nada? ¿Porque estaba como piedra? De todos modos que podría hacer contra él, solo sería una pérdida de mi tiempo ¿no es así?

-Y bien terminado esto... creo que es hora de llevar a Samekichi a la celda- hablo levantándose y sacudiendo sus ropas.

¿Que...?

-S-supongo...- murmuro Wada con la mirada baja mientras jugaba con sus manos.

-No lo estoy haciendo por su mal Wada, quiero decir, apuesto que Samekichi debe estar muy cansado y por eso debió actuar raro ¿no crees?-

El paseo de la Bruja RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora