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Últimamente me miraba mucho en el espejo, preocupada de cómo me vería, sí, pasaba la mayoría del tiempo sudada y con todo el pelo algo alborotado y húmedo, pero me preocupaba estar demasiado sudada y alborotada. 

He ido unas cuantas veces más al local a pasar el rato, cuando buscaba despejarme de la rutina,  o cuando Carmen y Julia enloquecían con que me estaba poniendo amarillenta por no agarrar el sol suficiente. Es mentira, lo busqué en Internet. 

Algo totalmente estúpido, todos los días salía a correr, solo que a las 6 y a esa hora ellas seguían dormidas, así que mientras ellas no me vieran salir por la puerta, yo jamás había pisado la calle, eso decían.

Irónico, ¿no? La mayoría de las madres y abuelas enloquecían si pasabas más tiempo del normal fuera de casa, y las mías tenían que empujarme para que saliera, según ellas.

Lo que no saben es que tengo todo fríamente calculado y organizado, sólo salía los martes, miércoles y jueves, si sales los lunes, podrías encontrarte con algún conductor borracho todavía, igual pasaba los viernes, sábados y domingos.

Hoy es miércoles, miércoles en la tarde.

Saldría hoy con Ollie, como en una cita, bueno, no como en una cita, definitivamente era una. Sonará tonto, pero, nunca había tenido citas.

Si había salido con algunos chicos y toda la cosa, pero realmente ninguno me lo había pedido antes de frente. Solo coincidíamos en algunos lugares y pasábamos el rato juntos con nuestros amigos a algunos metros.

Esto era una cita.

Una cita real.

Él y yo estaremos solo, durante toda la noche, y eso me ponía nerviosa. No era como en otras ocasiones, que una amiga podría salir en mi rescate, aquí no tenía a nadie. Aparte de Carmen y Julia, claro está. Y no las iba a llamar para que me fueran a rescatar... Espero no tener que hacerlo.

Me miro en el espejo que tengo en mi habitación,  detallando mi elección de ropa, criticándola y alabándola cada tres minutos, y así sucesivamente, era un ciclo de nunca acabar, no quería que pareciera que me esforcé demasiado, pero tampoco quería que creyera que me daba igual como me veía al salir con él. Porque no me daba igual. 

Él me agrada, y mucho. Lo suficiente como para que mi mente se alejara de la preguntas que la acosaban cada día, y de como mi mente me acosaba a mi para que dejara de acosar a Ollie y empezara a acosar a mi madre, pero bueno, para otra ocasión será. 

Creo que mi falda larga plisada de color melocotón, mi camisa blanca sencilla y botines con tacón marrón arequipe eran una buena opción para esta ocasión. Sencillo pero bonito.

-Estás preciosa, hija. Deja de buscar alguna imperfección.

Volteo a la puerta, donde Carmen me ve con esos ojos verdes que desbordan amor. Y de inmediato me siento mal, por estar cuestionandola y alejándome de ella, cuando debería de estar agradecida por no tener que preocuparme sobre que hay que comprar para el día siguiente a cada segundo, o tener que estar pendiente de los generadores después del ultimo apagón que duró una semana, o si nos quedaríamos sin agua en las tuberías por varios días. Pauso Transformer de Exo.

-Gracias, .

Veo indecisión en su mirada, sé que quiere entrar, así que le tiendo mi mano para que se acerque y la tome. Ella lo hace. Me toma de la mano fuerte, firme, como siempre.

-Sabes que no hemos hecho, Carmen Ferrer-le sonrío a través del espejo, entrelazando nuestros dedos-, nuestros famosos vídeos, nos hemos vuelto unas flojas con el tiempo. 

-Sí, lo tenemos descuidado-la sonrisa que me da me demuestra que también está pensando lo mismo que yo.

Deberíamos grabar uno antes de irme.

Acostumbramos a grabar una especie de vídeos diarios, pero semanales, donde contábamos como nos había ido en la semana, como si fuera algún tipo de blog, por si a alguna le pasaba algo, tendríamos eso para recordarnos, para mamá eran muy importantes esos vídeos. 

Y desde que nos habíamos mudado aquí no habíamos grabado más, estábamos faltando a nuestra rutina. 

-Iré por la cámara.

La dejo en mi habitación mientras voy a la suya, donde asumo que estará la cámara, en unas cajas que aun no ha desempacado, hay cosas donde aun no sabemos donde ubicarlas, así que para no tenerlas regadas por todo el lugar preferimos dejarlas ahí. Efectivamente, está ahí.

Pero algo más llama mi atención. 

Hay una caja rectangular verde, se ve vieja y algo usada, como desgastada por el tiempo, tiene pequeñas grietas en la pintura, y a pesar de eso, jamás la había visto en nuestras cosas. Y lo que hay en estas cajas definitivamente son las cosas traídas de casa, no es algo adquirido recientemente. 

Tiene candando, pero eso no impide que intente abrirla. Ejerciendo presión desde ambos lados hacia arriba, la punta de los dedos se torna blanca por el esfuerzo, pero no hay resultado. Asumí que por lo vieja tendría la cerradura un poco floja.

¿Por qué hay una caja con candado?

Bueno, tomo la caja junto con la cámara, y voy de nuevo a mi habitación. Mamá ya puso una pequeña lampara que usamos para grabar e instaló el trípode, también despejó el desastre que tenía en la cama. Estaba de espaldas así que no me vio entrar con la caja, la cual meto debajo del montón de ropa que tenia encima de una silla. Más tarde le preguntaré por eso, cuando vuelva.

Se voltea por el ruido que hago apropósito al poner la cámara donde corresponde. ¿Por qué tiene una caja con candado? Nosotras no tenemos ese tipo de secretos. 

Le sonrío encendiendo en la cama junto a ella, preparándome para hablar.

Cuento como ha sido para mí el cambio de ambiente, los lugares que he visitado y cual me ha gustado más, como conocí a Ollie, mi opinión hasta ahora sobre él y que hoy saldríamos. 

Ella cuenta sobre que tiene una buena amistad con la vecina de al lado, Denisse. Me causa gracia, es como 24 años más joven que mamá pero aun así asiento dando a entender que estoy escuchando lo que dice. Cuenta que consiguió un trabajo en una clínica como asistente de un dermatólogo mientras le validan los papeles para poder ejercer completamente. 

La información me sorprende, haciendo que vuelva a sentirme mal, me estoy perdiendo todo esto sobre su vida, y duele. Me estoy quedando por fuera. Antes eramos una unidad, lo que pensaba una, lo decía la otra. Nos teníamos mutuamente. Siempre nos habíamos tenido.

Ahora hay mucho espacio de por medio.

El timbre suena en el momento adecuado, justo cuando apagaba la cámara. El vídeo no fue tan largo, pero era algo que necesitábamos. Para hacernos saber que podíamos seguir siendo las mismas aun cuando estemos a miles de kilómetros de donde empezamos. 

Y bueno, siempre es bueno comprobar que los lazos siguen ahí.

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2023 ⏰

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