2

8.8K 530 43
                                    

♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣

Era de mañana y en un imponente castillo que se alzaba en las nubes, estaba el Lord de esas tierras recostado en uno de los muchos árboles que se encontraban en los jardínes de ese palacio mientras veía como corría una pequeña niña castaña de ojos del mismo color que su cabello;que era perseguida por su sirviente, un pequeño demonio de apariencia de sapo.

Últimamente en esos días El Lord Sesshomaru estaba distraído y un poco más impasible de lo normal, algo que notó su Fiel sirviente pero por miedo a represalias se quedo frío ante su descubrimiento.

Por otro lado la pequeña niña Rin también lo notó distante por lo que quizo hacerle un regalo para alegrar por lo menos a ese frío demonio que consideraba como un padre.

El Lord ajeno a las intenciones de su protegida, seguía absorto en sus pensamientos los cuales eran dirigidos a cierta azabache de pelo negro y ojos de un tonalidad café. A lo que su parecer, eran hermosos. Al darse cuenta de sus pensamientos el lord del Oeste trató de evitarlos y concentrarse en cuidar a su pequeña "hija", pero le resultó imposible al descubrirse añorando cada recuerdo que tuvo con la azabache.


Sesshomaru pov:

¿Cómo fue que pasó? ¿Yo el imponente Sesshomaru, El Lord de las tierras del Oeste confundido por una humana? Ni yo mismo me lo creo. Un día la vi y no me pude despegarme de ella. Ella es cálida mientras que yo soy cómo un cubo de hielo. Su sola presencia me descontrola y me calma. Su presencia en mi ser me es tan contradictoria y por esa razón despierta mi curiosidad y tal ves un poco de aprecio.

Ahora que lo pienso se parece a Rin. Las dos entraron en mi vida muy repentinamente... solo que una Lo sabe y la otra no.

-Señor Sesshomaru. ¡¡¡Señor Sesshomaru!!!- Salí de mis pensamientos al escuchar una voz llamándome.

- Señor sesshomaru mire le traje unas flores- dijo mientras me sonreía.

-Niña insolente como te atreves a darle flores tan simples a mi amo bonito. Él....- le interrumpí antes de que diga algo estúpido.

- Cállate Jaken.- Luego de reprenderle dirigí mi vista a Rin, la cual estaba un poco decaíada. Pude notarlo en su mirada gacha. Un escozor muy fuerte apareció en mi. La consideraba como una hija pero ¿Cómo animarla? Tal vez un pequeño presente la haga sentir feliz.

- Si amo bonito- dijo con arrepentimiento plasmado en su voz. Volví a la realidad dejando atrás mis pensamientos pero la idea seguía presente. Iré hoy mismo a conseguir un regalo para mi bella hija.

- Mphh- Antes de cualquier cosa, procedí a levantarme y dirigirme a las puertas de la entrada del castillo. Pero antes de si quiera salir por las grandes puertas marrones le dije: - Cuídala- y me fui volando a cualquier parte para pensar con más claridad cuando...

- Inuyasha- escuche una voz furiosa y amenazante. Sabía de quién se trataba. Era imposible no reconocer esa suave voz, la cual en este momento estaba llena de dolor, rencor y tal vez...odio.

- USUWARI- Se escuchó un fuerte golpe. Me dirigí a donde provenía el sonido para después encontrarla. Era ella.La chica que me a tenído confundido por mucho tiempo.

- Kagome ¿¿¡POR QUÉ HICISTE ESO!??- dijo ese híbrido enojado. No podía creer la ingenuidad en sus palabras. Estás estaban cargadas de malísia y sencillamente era estúpido pensar que todo fuera verdad.

- Por decir mentiras. Mira yo te vi besándote con Kykio. Dime ¿Si la amas para qué me ilusionaste? - contestó Kagome apunto de quebrarse. Iba a llorar y a mi no me gustaba verla así.

- Kagome. Yo... te juró que Te amo a tí-Respondió. En su cara se podía notar arrepentimiento pero eso para mi era una farsa. Ya que era evidente la doble intención que tenía en sus palabras. Él sólo la utilizó...

- No Inuyasha. Perdiste mi confianza...yo...te desprecio -dijo para darse la vuelta pero ese híbrido la cogió bruscamente del brazo y la giró de nuevo.

- Tu no vas a ningún lado.Tu eres mía- dijo. Estaba enfurecido ella no era de él. ¿Acaso es tan sin vergüenza para seguir con eso? No aguanté más y salí de mi escondite para encararlo.

-Suéltala- dije con mi típico tono frío pero este estaba cargado más de ira. Mi bestia interna rugía descontroladamente. Intenté calmarme pero cada intento era inútil. Mi bestía exigía sangre y a este punto estaría dispuesto a aceptar, pero no lo haré. Mi sentido cómun me lo implora y ruega que me tranquilize... puedo hacerlo.

- Sesshomaru- digieron los dos sorprendidos. Pude notar como el rostro de Inuyasha se contraía.Por otra parte, Kage me observaba sorprendida. Pide notar un ligero brillo de felicidad en sus ojos. Mi corazón se regocijó y mi felicidad aumentó porque...

Yo Sesshomaru Taisho juro protegerte, Kagome.

♣♣♣♣♣♣♣♣♣♣

Un Destino Inesperado.(Editada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora