'Sangre, es todo lo que había frente a mis ojos, me sentía como niño en dulcería y es que ver la sangre me provocó que la boca se me hiciera agua, era tan tentadora... y nunca la había provado pero que Dios me parta con un rayo si lo que veía no le hacía gruñir a mí estomago.'
Lo siguiente fue una voz, era conocida que sonaba lejos, pero por más que intentaba no podía reconocerla del todo, cada vez comenzó a hacerse más clara hasta que logré entender la misma y decía:
"¡Hey, Dave! ¡Despierta, amigo!".
Fui abriendo los ojos y la misma sonaba más clara y cerca de mi oído, abrí los ojos por completo y giré la cabeza terminé encontrándome con James -'demasiado cerca de mí'- me separé hudiendo mi cabeza sobre la almohada en la que estaba recostado; hice un sonido con mi garganta parecido a un gruñido y él pareció entender ya que había tomado espacio nuevamente, pero seguía sonriendo -Era bastante raro-.-¡Genial haz despertado! ¿Listo para salir?- Me preguntó mientras me tendía una muda de ropa que estaba entre sus brazos; giré la cabeza y me encontré con mi brazo libre del suero, el cuarto estaba más vacío que antes o eso creía.
-Si me permites, quiero vestirme -. Dije al tomar la muda de ropa y me incorporaba de a poco sobre la cama. Asintió y salió del cuarto cerrando la puerta detrás de él.
No demoré demasiado en ponerme los vaqueros y la sudadera que estaban ahí junto con unos tenis, y salí del cuarto a el pasillo, este estaba vacio completamente, no lo había visto pero no parecía un hospital tenía mas pinta de ser un edificio con varios apartamentos pero más pequeños, James estaba sentado en una silla a vista bastante cómoda y tardo mucho en mirarme levantándose en el proceso.
-Veo que ya estas, vamonos-. Movió la cabeza en dirección al pasillo y comenzó a caminar, me eché a andar detrás de él sin decir nada más; al parecer él se había cansado de intentar hacerme charla porque no volvió a hablarme mientras salíamos y andábamos por las calles, era noche y poca gente caminaba por donde andábamos caí en la cuenta de a donde nos dirigiamos cuando un anuncio gigante con letras en rojo llamó mí atención. Mis pasos se volvieron más pesados, no quería entrar, ahí trabajaba "Jodie" la chica que me gustaba desde del Jardín de Niños, pero sin darme cuenta ya estaba a unos cuantos pasos de la entrada, James giró y me dio paso para entrar primero, después fe no decir varias palabras, espete algo enojado: -¿Que hacemos aquí?-.
-Bueno es el único sitio abierto a las 12 de la mañana, ¿Que querías?- El ceño de James se contrajo por la confusión, era obvio pero no diría nada al respecto. -Vamos ya entra muero de hambre-. Y James entró primero dejándome, no podía irme ahora así que entre con los la tipos de mi corazón sonando cerca de mis oídos, caminé a una mesa alejada, no quería que me viera -pero vamos, ahora parecía un adolescente, tenía que enfrentar esto, sin embargo tratándose de Jodie, no obtenía suficiente valor-.
James, tomó la carta e hice lo mismo como si esta me cubriera por completo, fingí que estaba leyendo pero en realidad ni siquiera podía poner atención, quería verla y a la vez no creo que estaba sudando, al ver que no venía pude relajarme un poco baje mis hombros y volví a respirar intente prestarle más atención a mi estomago rugiente que al hecho de que ella podía aparecer, lo cual no hizo en varios minutos; tuve mi orden lista y escuche a James llamar a alguien cuando bajé la carta, me encontré con esos preciosos ojos verdes, los labios carnosos y el fino rostro de Jodie, creo que olvide respirar y ella con una sonrisa encantadora habló.
-Hola chicos, ¿ya saben que ordenar?- tomó su libreta y la abrió para escribir nuestra orden.
-Si, quiero una hamburguesa doble con papas y un refresco muy grande-. Logre oír decirlo a James, vaya era muy delgado para comer tanto.
-¿y tú, Dave?- Madre, sabía mi nombre, creo que no podía hablar, vamos Dave no te dejes en ridículo.
-Si, yo quiero dos rebandas de pizza y un refresco dietético, por favor.- de alguna manera mi voz no titubeó y me alegré de ello, terminó de escribir y se retiró con un contoneo grácil de sus caderas, me seguí alegrando de que ella no pudiese verme al verla, pero olvide a James y cuando giré mi cabeza estaba viéndome con interés.
-Creo que nunca le quitaste la mirada de encima.
Dijo y por lo que vi, parecía demasiado divertido, bajé la carta que tenía entre mis manos y encogí mis hombros desviando la mirada lejos de él.-No puedes ignorar me siempre.
-Es verdad, pero me molesta todo esto.- Murmuré bastante bajo.
Frunció el ceño y ladeó su cabeza. -Te dije que era el único lugar abierto a esta hora...- Comenzó a decir y yo rodé los ojos ya que no se trataba de eso; si no del dichoso cambio, no estaba seguro de como era todo y él solí me invitaba a comer -'¿Los vampiros podemos comer?'- iba volver a hablar pero la campana lo había salvado pues la comida estaba siendo puesta sobre la mesa, primero a James, Jodie vertió su soda en un vaso de vidrio y colocó un sorbete, terminó y giró ahora hacia mí con una sonrisa dejó el plato con dos rebanadas de buen tamaño de pizza, agradecí y esperé por la soda, cuando ella iba a poner el vaso sobre la mesa este resbaló y cayó rompiéndose en pedazos de varios tamaños.
-Mierda- Le escuché decir, mientras dejó de lado la charola y la lata de refresco, rápidamente me agache a su lado para ayudarle a levantar todo la mayoría de los pedazos pequeños me dediqué a levantarlos para que ella no se lastimará; me incorporé y cuando ella hizo lo mismo con los trozos grandes entre sus manos uno de ellos se clavó en su piel lo suficiente para hacer un corte delgado, pero en el lugar exacto ya que la sangre no tardó en salir; inhale y justo en ese momento fue cuando un sabor dulce invadió mis fosas -Exactamente no sabia lo que era pero la boca se me hizo agua-, no pasó fue demasiado tiempo para que James tomará cartas en el asunto ayudando a Jodie, llevándola lejos de mí, lo cual me molesto, quería ir a donde ella estuviera, sobre todo con ese dulce olor proveniente de ella que había incrementado.
-Dave, vete de aquí. - Dijo James mientras le quitaba los vidrios de las manos a Jodie y ambos entraban al baño de hombres, algo sucedió como un impulso dejé que los vidrios entre mis manos cayeran, seguido de eso con James distraído, tomé sus hombros y lo lancé contra la pared, el cayó, pero no hice esfuerzo por disculparme así que tomé la mano de Jodie quien me veía con '¿Miedo?' no hice caso pero llevé su mano a mi boca y succione, como en esos casos cuando te pica un víbora, lo cual no había pasado, si no que me encontraba probando sangre. Jamás me había preguntado del sabor de la sangre, pero si ahora me lo preguntaban estaría seguro al decir que era -'Mejor que el chocolate'- seguí succionando, sin haberle clavado mis dientes en su piel, escuché de ella salir un par de gemidos, y en lugar de huir su mano libre estaba viajando por mí pantalón, justo cuando iba a llegar a la cremallera alguien me separó de un jalón, era James, no se veía enojado pero queriendo o no tomó la mano de Jodie y, pasó su lengua por la herida que e vidrio le había provocado, el olor dulzón ya no era tan fuerte, mi tutor se la llevó fuera, lejos de mí, me quedé solo en el baño limpiandome sangre que quedaba en las comisuras de mis labios, saboreándola no podía sacarme de la cabeza lo que había pasado me acerqué al lavabo y me apoye de este mientras me veía en el espejo. Seguía siendo yo en todo sentido físico -Y también seguía sin entender el porque había pasado algo así-, mis manos parecían débiles, salí y corrí hacia la puerta.
Ignorando los llamandos de James me perdí entre las calles.
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Condemned [Pausa]
FantasyDave York, pensó haberlo perdido todo, cuando un giro malo del destino lo hizo convertirse en lo que más odiaba un «Vampiro», como el adolescente que era, decidió que una opción sería no pasar el cambio y morir para no ser más un 'chupa sangre', no...