Sofía

Presentaciones

No se como he llegado aquí, no se la razón por la que acepté cambiar radicalmente mi vida, dejarlo todo, aunque no tuviese mucho que dejar. Aun así, me arrepiento profundamente de no haber luchado, de no haber dado suficientes argumentos para poder quedarme atrás, y volver a aquellos días.

"Me llamo So-sofía, tengo 17 años, vengo de Santander..." Me sudan las manos, tengo la garganta seca y siento como alrededor de quinientos pares de ojos me miran. Nunca imaginé que la asemblea de un colegio pudiese ser tan grande. La verdad es que nunca había estado en una, ni siquiera en un colegio propiamente dicho. ¿De verdad es completamente necesario presentar a los nuevos alumnos delante de todo el curso?

Sólo la presencia del resto de compañeros nuevos me transmite consuelo, pero aun así tengo la sensación de que me voy a desmayar, si no vomito encima de la primera fila antes.

"Cuéntanos Sofía, qué te trae por aquí? ¿Cómo era tu vida antes?" La sonrisa que acompaña a esas últimas frases no puede ser más falsa. Se nota que a esta profesora le gustaría estar ahora mismo en su casa tanto como a mí. Creo que a mí no me da clase, que alivio.

"Pues toda mi vida he sido educada por mis padres en una casa a las afueras de la ciudad, pero este verano decidimos mudarnos para... para cambiar un poco, supongo. Es la primera vez que piso un colegio si soy sincera, es una experiencia nueva para mí." De mis labios se escapa un risa nerviosa, pero me da francamente igual. He hablado durante más de diez segundos y no me he muerto, que gran logro.

Durante varios segundos que parecen horas, examino las caras de todos y cada uno de mis nuevos compañeros. Muchos parecen asombrados, algunos están durmiendo con los ojos abiertos, literalmente, y otros parece que mi historia es lo que oyen cada día al llegar a casa, lo de siempre. Mi ánalisis se ve interrumpido por la profesora falsa que no me acuerdo cómo se llama.

"Muchas gracias, cariño"- Mátame por favor- " Creo que ya estáis todos presentados, ya veréis como os adaptaréis rápidamente, y en nada este colegio será vuestra segunda casa. No olvidéis pasar por recepción antes de entrar en clase para acabar de inscribiros, y recordar que hoy es el último día para escoger actividades extraescolares. Podéis salir" Al instante una oleada de murmullos inunda la habitación, y yo me limito a soltar un suspiro que no sabía que estaba guardando. Han sido los peores veinte minutos de mi vida, teniendo en cuenta mi falta de experiencia en lo que a socializar se refiere. Creo que va a ser un año muy largo.

Por fin me levanto, y cuando estoy a punto de salir por la puerta, oigo una voz no muy lejos.