Dia 16
Seis días... ¿Qué? ¿Por qué diablos me la quito tanto tiempo? Estoy muriendo, me estoy quemando sin su prescencia. ¡Vaya que la extraño!
Esta mañana desperté desorientado, no había dormido nada bien y la noche anterior tampoco.
Había conseguido socializar al menos con dos personas, una chica rubia llamada Marie Malik, la cual apodabamos "M&M" y con otro chico de cabellera negra y piel blanca llamado Zayn Malik. Eran gemelos, y se llevaban muy bien. Pero había algo en Marie que no me agradaba, y es que siempre andaba insinuandome cosas y haciendome cariños. Odiaba eso, enamorarme de Jessica me habia hecho seco con todos los que me rodeaban.
El día anterior, Zayn me invitó a jugar videojuegos a su casa, pero no le seguí mucho la corriente porque Marie habia estado demasiado molesta esos días así que preferí quedarme en casa.
Y dejando atras todo eso, la espera valió la pena.
Su rostro perfectamente dibujado por los mismos angeles apareció en mi cama.
Bese sus labios pausadamente y suspiré.
Sus ojos estaban llenos de lagrimas, le pregunté qué había pasado hasta que contestó:
-Dos días.-murmuró y no pude comprender nada.
-¿Dos días qué?
-Mis penas se han cancelado, el señor me ha castigado. Pero todo estará bien, te amo y eso es todo.
Miré sus ojos y limpié sus lágrimas.
-¿Que pasó, mi vida?
Ella sonrió al escuchar "mi vida" y sus mejillas tomaron color.
-Mi vida.-Rió y tapo su boca con la mano. –Suena ironico.
-Eres lo más parecido a mi vida, Jess.-Dije sincero.
-Eres una ternura. ¿Sabes?
Yo asenti y nuevamente rió.
Luego se puso seria y jugueteo con mis manos.
-¿Sabes lo que son dos días?
-48 horas.
-Si, bueno 48 horas suenan mas grandes.-Susurro. –El reglamento del señor dice que esta completamente prohibido amar a una persona con vida, ¿entiendes?
Yo asentí como bobo.
-Así que...
Luego me cayó la indirecta y sentí como si mi corazon latiera lentamente y con cada latido me arrancara una de las venas del cuerpo.
Me estremecí y me puse de pie.
-¡NOO!-Grité como loco. -¿No es real esto verdad, mi amor? No lo es, no lo es...-Exclamé.
Ella me abrazó y yo también le correspondí, acaricié su espalda sollozando en su hombro.
-Esta bien, cariño. Todo estará bien.-Murmuró.
¿Que todo va a estar bien? Bien estaba con que en menos de diez días me haya enamorado de ella. Bien estaba con saber que al menos tenía algunos cinco días para acostumbrarme a estar sin ella. BIEN ESTABA CON SABER QUE SI ELLA ME DEJABA YO LA IBA A OLVIDAR.
¡Pero eso no pasa! No pasa en mi vida.
-¡No estara bien! No, no... Dile al señor que me lleve contigo ¡Dile Jessica, dile!-Exclamé exaltado.
Hizo un gesto de desagrado y me soltó.
-No quiero que hagas nada estupido. Si intentas hacerlo, igual no estaremos en el mismo lugar.
-¡NOO!-Me hinqué lloriqueando como un niño mientras golpeaba el suelo.
Creo que una gran parte de mi cerebro estaba enloqueciendo y la otra parte ya estaba terminando de enloquecer.
-¡BASTA NIALL!-Dijo llena de lagrimas.
Me tomó de los brazos y con una fuerza inmensa me levantó. Me abrazó nuevamente hasta que me tranquilice un poco.
-Lo siento.-dije separandome de ella. -Pero dos días para tener que soportar el resto sin ti es como ofrecerle pan a quien muere de sed.
Tal vez la acababa de conocer; pero algo en mi cabeza tenia claro: la amaba incluso más que a mi propia vida.
El camino de mi casa a la escuela se me hizo eterno y el tiempo que duré en la facultad una infinidad.
No dije ninguna sola palabra durante todo el día hasta que Zayn me echó un grito desde el otro lado del campo que me dejo aturdido. Volteé distraido y el balón de soccer choco en mi pecho. Caí al suelo siendo el hazme reir de todos los jugadores del campo.
Cuando menos pensé, Zayn ya me había levantado atacado de la risa.
Yo me sacudí el pantalón e ignoré las risas de todos. Caminé hacia la facultad hasta llegar a los baños.
Ahí apareció MI Jessica.
-Amor, ¿Qué sucedió?-preguntó tierna.
-Nada.
Ella se acercó a mí y me abrazo, yo me tensé con miedo a que entrara alguien.
-No hay nadie.-susurró en mi oido y yo le correspondí el abrazo. -Nadie entrará en los proximos cinco minutos. Así que amame mucho mucho.
Yo reí y besé sus labios detenidamente.
Sentí como una de sus lagrimas mojo mi cara, abri mis ojos y besé esa pequeña gota de agua que derramaba su ojo derecho.
-¿Por qué lloras, mi vida?-dije acariciando su mejilla.
Ella trago saliva y entrelazó sus manos por mi cuello.
-Porque con el paso del tiempo, de los minutos y horas, mi cuerpo ira desapareciendo parte por parte. Por favor, amame que lo necesito. Mis penas han sido canceladas por enamorarme de un humano pero que más da, siento como si igual tuviera todas las penas ensima dejandote solo.-Suspiró y pego su cuerpo al mio. -Quiero que me digas lo que sientes por mí, Niall.-susurro en mi oido.
Me estremecí y la tomé de la cintura, miré hacia el suelo y pude ver como una parte de sus pies se esfumaba como si fuera magia.
Mis ojos se llenaron de lagrimas y comprendí que el tiempo entre ella y yo se estaba terminando.
