capitulo 4

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Día 29.

Desperté con la luz del sol en mi cara y con un hambre intenso. Camine hacia la cocina y ahí estaba ella; con esa sonrisa que me debilitaba el cuerpo entero.

Le regresé la sonrisa y me senté en el comedor.

-Buenos días, hombre.-dijo ella poniendo un plato en la mesa.-es para ti.

-¿En serio? Gracias.-dije sorprendido.

-Oh... De nada...-contestó en busca de saber mi nombre.

-Niall.-Respondí.

-Niall.-ella sonrio coqueta. -Lo primero que tengo que hacer es decirle a mi mamá lo mucho que lamentó haberme ido de la casa.

-Bien ¿Y ella donde vive?

-Lo sabrás ahorita.

Tomé una ducha y me puse ropa cómoda, recogí mis llaves del auto y me subí.

-¿Hacia donde?

-Hacia allá.-dijo ella apuntando una de las tantas calles desconocidas por mi.

Encendí el stereo del carro y mientras manejaba cantaba mis canciones preferidas, ella me miraba entre ojos y algunas veces reia.

-Oh si, es ahi, es ahi.-Dijo emocionada.

Era una gran mansion color blanca, con un gran portón negro. 

Bajé del auto y toqué el timbre, giré mi cabeza hacia Jessica y ella me miraba con esos ojos tan irresistibles. El portón se abrió y ella me hizo un ademán con su mano de “entra ya”; asi que entré, caminé hasta entrar a esa gran casa, me recibio su sirviente y en tan solo un minuto apareció su madre. Era alta y joven, su piel estaba torneada con un color blanco como la misma nieve y sus ojos eran color verde, su cabello llegaba a la mitad de la espalda y tenia pequeños rulos que se iban desvaneciendo hasta llegar a las puntas. Le calculé unos treinta y dos años.

-Hola.-Dije nervioso. –Ehh... Deje me presento. Soy Niall.-Extendí mi mano y ella la estrechó con una bella sonrisa como la de Jessica.

-Soy Alice Houston.-Dijo la señora. –Pasa, hijo, sientate.

La seguí hasta llegar a la sala de estar, me senté y juguetee con mis manos en reacción de los nervios. Ella ordenó un té a su sirviente y en menos de lo que canta un gallo lo sirvió.

-Ehh... Bueno, quería decirle que lamento mucho la perdida de su hija.-Murmuré serio.

De pronto, apareció Jessica al lado de su madre y acarició su mejilla, lo cual ella jamás sintió. Yo la mire y un escalofrio me recorrió los huesos.

-Oh, sobre eso.-Dijo su madre y acomodó un mechón de cabello detras de su oreja. –Todo esta mejor ahora, se hizo todo lo que se pudo.-Comentó en un hilo de voz. -¿Eres algun compañero de su escuela?

Asentí mirando a Jessica con cara de ¿Que hago?

-Dile que la amo y que lamento lo que pasó.-Dijo Jessica acariciando el cabello de su madre.

-Solo quiero decirle que ella siempre la amó y lo mucho que lo lamenta.

-Se que ella lo lamenta, Niall.-Una lagrima cayó por su mejilla y la limpió rapidamente con una pequeña servilleta. 

Tomé un poco de té, y lo deje en la mesita de nuevo.

-Ella fue una buena chica, dejando atras sus peleas conmigo y todas esas cosas. Se que esta en un lugar mejor. La amo mucho y la extraño ¿Sabes?-Murmuró con la voz quebrada.

-Yo... Yo la comprendo, señora, y ella fue una gran chica, dejeme decirle.-Dije sin saber por qué y como decia esas palabras.

-Dile que yo tambien la extraño, que pronto llegare a estar a lado de mi padre.-Susurro Jessica en mi oido tomandome de los hombros, lo cual me hizo temblar aun más.

-Estoy seguro de que ella también la extraña, pero se que pronto estara al lado de su esposo.

Ella me miró con los ojos bien abiertos y llenos de lágrimas.

-No sé como es que usted sabe eso, pero se que ya lo esta.

Tragué saliva y eché una mirada alrededor de la sala, espere unos minutos y mire a Alice.

-Escuche... Yo puedo ver a su hija, no sé por qué razón, pero lo puedo hacer, ella esta a mi lado ahora mismo y me esta diciendo todo esto. Lo lamento, tal vez piense que estoy loco y creame que al principio así lo pensé yo; pero esto es real, yo la puedo ver.

ENTRE LAS ALAS DE MI ANGEL (Niall Horan & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora