"Siempre es difícil ver más allá de la superficie cuando todo se ve tan perfecto. Pero nuestros ojos disfrazarán la suciedad a propósito."
Seokmin observa el cuerpo que descansa sobre la camilla.
Su respiración se mezcla con el sonido que hace el electrocardiógrafo, su cabello negro está desordenado -gracias a los hyungs, que se niegan a dejar la costumbre de despeinarlo- aún conserva algo de color rosaseo en los pómulos, aunque es demasiado leve cómo para ser una señal, tiene las manos sobre el estómago y los ojos cerrados; como siempre.
Suspira cansado. Mañana es Lunes y eso sólo significa que debe asistir a la universidad y luego al trabajo.
-Jihoon, despierta- murmura suavemente, aunque no hay nadie más a quién tema despertar.
-Ngh... Aún es temprano- su pequeño hyung gira sobre la silla en la que está durmiendo y le da la espalda.
-Son las diez de la mañana. Ya es hora de irnos.
No hay respuesta. Seokmin se rinde y tira fuertemente del cabello de su mayor. Sabe que se arrepentirá luego pero deben salir de la habitación.
-¡SEOKMIN!
-¡Shh! Guarda silencio y salgamos de aquí antes de que el doctor llegue.
Aún adormilado Jihoon se ve siendo arrastrado hacia la puerta para dejar a su menor solo.
El hospital de YangJi tiene como todos, horas de visitas limitadas. Desde las 11:30 a.m hasta las 23:30 p.m. Todos lo sabían, sin embargo Seokmin y la Señora Lee se empeñaron en romper aquella insignificante regla. Así que llegaron a un acuerdo con las enfermeras; él pasaría sus noches allí y al día siguiente desaparecería por la mañana antes de que el doctor lo viera.
-¡Tengo hambre!- gruñe Jihoon. El castaño mantiene el agarre sobre su muñeca y sigue tirando de él hasta la sala de espera.- Seokmin eres un exagerado ¡Ni siquiera pude decir adiós!
-Podrás saludarlo por la tarde- cuando ambos están dentro del elevador pulsa el número 3 en dirección a la cafetería.
Aquella es la típica rutina de día Domingo; despertar, comer, volver a la habitación, ir por sus cosas a su apartamento y luego dormir.
A Seokmin no le agrada, pero la rutina que había tenido que soportar la primera semana que estuvo en el hospital, había sido de lo peor.
Sus días Domingos entonces se basaban en llorar junto a la camilla o en la sala de espera, los chicos se encargaban de llevarle comida, porque Seokmin no se movía jamás de allí.Luego de desayunar, ambos vuelven a subir al quinto piso y se encuentran con la mujer tan conocida por ambos; despidiéndose del doctor.
-¡Buenos días Señora Lee!- saluda Jihoon amigablemente.
-¡Buenos días niños! ¿Cómo han dormido?
-¿Qué le ha dicho el doctor?- pregunta Seokmin, aquello es lo que le importa ahora.
-Han decidido que volverán a intentar hacerlo reaccionar con estímulos, ha estado dando buenas señales está semana. Así que creen que podría haber avances.
Sonríe enormemente pero nota el dejo de tristeza en los ojos de la mujer y borra el gesto de su cara.
Seokmin siempre se ha caracterizado por ser una persona positiva y muy optimista. Siempre que hay nuevas noticias intenta mantenerse lleno de esperanza.
Al parecer esto es un problema; no para él, sino que para los demás.
Hace algunas semanas había oído a Junhui hablar con Seungcheol sobre lo preocupado que estaba por él."-Es devastador Seung. Cada vez que deciden intentar algo nuevo para despertarlo, Seokmin luce tan...vivo."
Es cierto. No puede evitar sentirse lleno de felicidad cada vez que hay noticias sobre un nuevo intento para despertar al menor. Lamentablemente siempre terminan en el mismo resultado: nada. Entonces todas sus esperanzas se deslizan a la basura y se pasa la noche llorando pidiéndole perdón a la nada por todas las cosas malas que ha hecho y rogando por tener al chico de vuelta.
Los demás han advertido acerca de estos cambios; y Seokmin ahora está asustado de que le prohíban entrar a la habitación por algún tiempo.
-Pues... Habrá que esperar- contesta.
Cuándo el reloj marca las 23:45 p.m Seokmin se sienta sobre el sofá negro agotado. Sabe que caerá dormido en cualquier momento; así que se levanta para caminar a la camilla.
-Buenas noches- deja un beso sobre la frente del pelinegro y vuelve al lugar en el que estaba.
Debido a que es día Lunes deberá pasar la noche solo; todos están ocupados, al igual que los Viernes y Sábados.
Intenta rezar, pero el cansancio que lleva encima le gana y termina cerrando los ojos en mitad de la oración.
Hubo un tiempo en el que Chan estaba realmente obsesionado con una serie de televisión y se la pasaba hablando del personaje principal. Seokmin no recuerda demasiado sobre las cosas que su novio dijo, pero en el momento en el que se encontró a si mismo rezando por un milagro pudo escuchar vagamente la voz del menor en su cabeza.
"-Fue muy interesante hyung. Te hace pensar en todo este tema de la fe; si realmente sirve rezar por un milagro cuándo la vida está en manos de la ciencia. No creo que la religión ayude de mucho a sobrellevar el dolor..."
En una de las primeras noches Seokmin redactó una carta de dos mil palabras hacia el director de la serie, quejándose sobre las malas críticas que hacían contra la religión.
Porque en la situación en la que estaba -y en la que está- solo puede poner su fe en un ser omnipotente. Porque ni la ciencia, ni la razón lo están ayudando.√×
✨
Hello(?
Hace mucho tiempo que quería subir esto y recién ayer lo terminé de editar. Estoy emocionada xjdjBueno, la historia no será muy larga (6 capítulos) realmente espero que les guste y que le den una oportunidad.
❤ Denle amor al Seokchan.
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Unfading→ Seokchan
Short StoryEl amor en su relación es inmarcesible, Seokmin lo tiene más que claro. -Somos perfectos- musita con el corazón en una mano y su cerebro en la otra; listo para cambiarlos de lugar.