Lunes por la mañana, puedo sentir como el aire fresco corre por la habitación y sin abrir los ojos se perfectamente que Rogelio ya se ha metido a la ducha. Perezosamente me estiro dejando caer la sabana hasta mi cintura desnuda.
- ¿Mi amor?- lo llamo, pero estoy segura que el no me escucha debido al ruido de la ducha. Quisiera quedarme más tiempo acostada, disfrutando y recordando la noche anterior, pero es imposible. El solo pensar en todo lo que tengo que hacer en la oficina, me dan ganas de volver a recostarme, pero me obligo a lo contrario; me pongo de pie y me coloco la camisa de mi amor para después ir a la cocina, pongo la cafetera y claro como siempre pongo un par de panqueques de avena sobre un plato. En lo que espero a que mi marido salga de la ducha me pongo a revisar algunos de los corriculums que solicite para elegir a la nueva asistente de mi marido, no es que sea celosa, pero el necesita a alguien eficiente, no solo una cara bonita.
Pasan algunos minutos hasta que logro encontrar dos que tres carpetas con buenos historiales de trabajo. Deberé entrevistarlas personalmente lo antes posible.
- Hanna…- la voz de Rogelio en mi oído me sobresalta. Esta detrás de mí porque he comenzado a sentir como sus manos suben su camisa para acariciar mi cuerpo. Joder con este hombre que jamás está satisfecho. -¿Qué estás haciendo leyendo eso? Dijimos que yo me encargaría, tú no debes preocuparte, por lo menos no mientras estemos en el tratamiento de fertilidad…
Escuchar aquella última frase me paraliza. Llevamos un par de años intentando que yo quede embarazada, pero seguimos sin suerte, y a pesar de que yo ya estoy resignada, Rogelio no.
- No creo que me pase algo si leo las solicitudes de aspirantes a ser tu asistente o ¿si?- pregunte evadiendo el tema. Me gire aun sintiendo sus brazos a mi alrededor y me quede mirándole – Hoy debemos ir temprano, mi amor, que seas el jefe no quiere decir que puedas llegar tarde.
Su rostro se contrae por el hecho de que le acabo de frustrar sus planes de volver conmigo a la cama o llevarme a la ducha.Después de un buen rato de coqueteo, de ducharme y de tomar el desayuno juntos, Rogelio y yo salimos disparados a la oficina, al entrar nos comportamos de la manera más profesional que nos es posible.
Entrando a mi estudio, miro alrededor y suelto un suspiro, cientos de bocetos ocupan la mayor parte de mi mesa junto con láminas de prueba que presentare en un mes a la junta directiva para que la colección sea aprobada. Resignada porque realmente hubiera preferido no trabajar, me pongo a revisar boceto por boceto hasta que mi día se termine.
Horas después mientras intento concentrarme escucho ruido en los pasillos, claramente silbidos, ignorando que mi estomago muere de hambre, pero negándome a salir a comer hasta que mi trabajo de hoy este terminado me pongo de pie para asomarme por la ventana, al no lograr ver nada decido salir al pasillo… y vaya sorpresa una chica morena, alta y de piernas interminables sale de la oficina de Rogelio. ¿Quién es ella?
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Unfaithful
RomanceUnfaithful ¿Cómo un una pareja puede pasar de amarse con locura, a no dejar de discutir ni un momento del día? Los años no pasan en balde, aunque no han sido tantos desde que Hanna y Rogelio se casaron, tan solo tres años para ser exactos. Como cua...