El amor es inesperado (@cshipper)

Capítulo 2

Historia original de: cshipper
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A/N

Hola, quiero decir que hay una parte de este capítulo que no he escrito yo, es la parte en POV de Killian. Así que muchísimas gracias Marina por ayudarme a escribirlo.

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(POV Emma)

Hoy paso el día con Killian, gracias a mi padre que me ha dejado cogerme el día libre. He quedado con él en Grany's para comer y después iremos a navegar, esta vez los dos solos, me encanta pasar tiempo con él en alta mar.

Llego al restaurante y aun me quedan unos diez minutos, así que voy pidiendo una mesa.

-Buenos dias, Ruby.

-Buenos días, Emma.

-¿Me puedes preparar una mesa para mi y para Killian?

-Claro.

-Gracias.

-¿Cuál prefieres la que está al lado de la puerta o la ventana?

-Mejor la de la ventana.

-Buena elección, al estar mas escondida es mas íntima, y si vas a comer con Killian...

-¡Ruby!

-¿Qué? No hace falta ser un genio para darse cuenta de esas miraditas.

-Vale, para ya o me pondre roja como un tomate.

-Siento decirte que ya es tarde.

-¡Ay no!

Me echo las manos a la cara para esconderme mientras Ruby no para de reirse. Vale que sea mi amiga, pero esta se la guardo.

Noto unos brazos al rededor de mi cintura, me quito las manos de la cara y en seguida noto unos labios besandome la megilla.

-Buenos días amor.

-Ahora sí que son buenos. -Digo volviendone en sus brazos para poder besarlo.

-Ejem...

-Oh... buenos días a ti también Ruby.

-Bueno, será major que os deje solos.

-Hasta luego. -Digo muentras se va.
Nos sentamos en la mesa, uno frente a otro.

-Bueno, ¿has pedido ya algo para comer?

-No, te estaba esperando.

-Perfecto. -Dice levantando una ceja.
Antes de que me dé tiempo a reaccionar, me coge de la mano y me saca del local.

-¿A dónde vamos?

-A un sitio mágico.

-Killian, espera. -Se para y me mira- ¿Y la comida?

-Swan, parece que no te fies de mi. Lo tengo todo controlado, tranquila. Vamos.

Vuelve a tirar de mi y yo me dejo guiar. Antes de llegar a Storybrooke estaría muerta de miedo en una situación como esta, pero es tal mi confianza en él que ya me da igual a donde me lleve, se que a su lado voy a estar bien.

Después de correr durante casi un cuarto de hora sin descanso, se para, se guira cara a cara y me besa. Un beso corto pero perfecto.

-Swan, cierra los ojos.

Le ovedezco y me dejo guiar, esta vez, a ciegas.

-Ven. -Me coge la mano- ¿Confias en mi? -Asiento con la cabeza- Perfecto.
Aproceva que no veo nada para besarme otra vez y manejarme a su antojo.