El amor es inesperado (@cshipper)

Capítulo 21

Historia original de: @cshipper
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(POV Killian)

Entro en la habitación de Emma en busca de mi hija. Nada más entrar las veo sentada en la cama en frente la una de la otra, me encantaría poder tener esto algún día, mi novia y mi hija hablando cómodamente. Recuerdo que antes de perder la memoria sus conversaciones solían ser bastante incomodas, sobre todo por parte de Emma.

-Allison, vamos. Tenemos que irnos.-Digo al fin.

-Danos solo unos minutos más.

-Alli cariño, debemos dejar descansar a Emma. -Dice Milah desde detrás de mí.

-No, da igual -dice Emma con una sonrisa-. Ya me encuentro mucho mejor.

-Debes descansar -digo cogiendo a Allison-, ayer ya estuvimos demasiado tiempo.

Al ver que no se queja más, me doy media vuelta y me voy con mi hija en brazos. Primero sale Milah y estoy a punto de salir cuando ella vuelve a hablar.

-¿A qué viene tanta prisa capitán?

-¿Perdona? -Digo volviéndome hacia ella con asombro.

-¿Hay algún problema en el Jolly Roger?

No recuerdo haberle contado nada de eso, solo hay una explicación para lo que acaba de decir.

-¡Si! -Dice Allison saltando de mis brazos- Sabia que funcionaria.

Sale corriendo y abraza a Emma mientras que yo me quedo paralizado en la puerta.

-Garfio, ¿estás bien?

Justo eso es lo que necesitaba para sacarme de mi asombro y confirmar mis sospechas.

-Mucho más que eso, Swan. Me recuerdas.

Voy corriendo hacia ella y la beso intentando demostrarle todo lo que la he echado de menos. Casi se me había olvidado el sabor de sus labios, como encajan perfectamente con los míos.

-¡Socorro!

Nos separamos al escuchar a Allison pedir auxilio, no nos habíamos dado cuenta de que la estábamos aplastando.

-Lo siento enana. -Dice Emma con una sonrisa.

-No importa. Me alegro de que hayas recuperado tu memoria.

-No lo habría hecho sin ti. Gracias.

-De nada. ¿Sabes qué? Mi papa tenía un plan, pero estaba tardando demasiado, así que tuve que entrar en acción. -Dice con orgullo.

- No te podría estar más agradecido. -Le digo dándole un beso en la cabeza.

-Bueno, ¿y cuándo me van a sacar de aquí?

Esa es mi chica, mi Swan, la que no soporta estarse quieta.

-Como te echaba de menos. -Digo besándola otra vez.

-Allison, cariño. ¿Por qué no te vas con tu madre?

-Vale papi. Adiós Emma. -Nos da un abrazo a cada uno y sale corriendo.

-Adiós hija.

Una vez que se cierra la puerta me giro hacia Emma, pero antes de darme tiempo a mirarla la tengo encima mío besándome de nievo. Me dejo llevar en el beso hasta que nuestros pulmones gritan pidiendo oxígeno.

-Calma, Swan. Tenemos todo el tiempo del mundo.

-No sé cómo he podido olvidarte. Lo siento mucho, yo...

-Swan, tranquila -digo tocándole la mejilla-. No pasa nada, sé que es lo que ha pasado.

-¿En serio?

-Sí. Rumple te envenenó.

-¿Qué? Pero, ¿cómo?

-La daga estaba envenenada.

-Ah, sí. Sobre eso, quiero pedirte perdón por haberte encerrado en tu camarote.

-Tranquila, al principio me enfade, pero después entendí que era para protegerme. Querías que no me pasara lo que te paso a ti.

-Por suerte te tengo a ti y a tu maravillosa hija para líbrame de las trampas de Rumple.

-Siempre. Por cierto -digo después de unos segundos dedicados a mirarnos a los ojos-, deberíamos ir a darles la buena noticia a tus padres y a Henry.

-Sí, tienes razón. Pero no quiero estar sola.

-No pienso dejarte, no ahora que me recuerdas.

-¿Y qué plan tienes?

-Usar este trasto que usas para hablar.

Emma se ríe mientras saco el teléfono. Siempre le hace gracia mi manera de usarlo.

-Anda trae. Yo me encargo.

Ella me quita el aparato y llama a sus padres sin ningún problema. Siempre he admirado su facilidad para manejar todas estas tecnologías que hay ahora.


(POV Emma)

Después de llamar a mis padres y pedirles que vinieran con Henry, vuelvo a centrarme en Killian, quien está tumbado en mi cama y yo tengo mi espalda apoyada en él. Es increíble todas las cosas que ha hecho por mí, no se ha rendido ni un momento, siempre ha estado a mi lado.

-Killian.

-¿Sí?

-¿Qué pensabas hacer para recuperar mi memoria?

-Lo que tus padres siempre hacen, con un beso.

-¿En serio? ¿Cómo?

-Volviendo a enamorarte.

-¿Qué?

Me incorporo para poder mirarlo sorprendida.

-Oye, no me mires así que fue idea de Henry.

-¿De verdad pensabas hacer eso?

-Claro.

Lo miro con asombro. Poco a poco me voy acercando a él hasta que nuestras narices se chocan. Le susurro un te amo y él es el que acaba juntando nuestros labios.

-Yo también te amo, Swan. Siempre.