Malec's Wedding {Short Story}

Promise. {Magnus POV}

Magnus paseó los pulgares con ternura por las mejillas de su prontamente esposo, limpiando los restos de lágrimas.

Era el turno de Alec.

Magnus encontró hermoso la manera en que Alec, sin importarle mucho, secaba mejor sus ojos con la manga de su traje antes de tomar nuevamente sus manos y apretar estas con fuerza. Respiró profundamente y miró a los ojos de Magnus antes de comenzar con sus votos.

-Magnus... Primero que nada, quiero agradecerte todos estos años de relación, por todo lo que me has enseñado. Yo no sabía que podía amar a alguien como tú, pero eres perfecto. Tal vez La Clave aún no te vea de buena forma, nadie nunca podrá verte de la manera en la que yo te veo, la persona más especial en todo el mundo. Eres mi primero, y quiero que seas el último. No tengo palabras para expresar todo el amor y cariño que te tengo. Magnus Bane, quizás no sea tu primer amor, tu primer novio, tu primer beso o tu primer amante, pero quiero ser el último en todas esas cosas. Porque juro por el Ángel que nadie podrá amarte de la manera en la que yo lo hago.

El corazón de Magnus golpeteaba con fuerza contra su pecho, e inevitablemente los ojos se le llenaron de lágrimas. Si, también deseaba que Alec fuera su último, porque sabía perfectamente que luego de Alec, el mundo sería mil veces más insignificante.

-Juro no separarme de ti nunca, estaré a tu lado ante todo y te amaré siempre. -prosiguió el pelinegro luego de tomar una profunda respiración- Juro no tener ojos para nadie más que tú, y protegerte de cualquier cosa que quiera hacerte daño porque no puedo imaginar una vida sin ti. Una vez casi te perdí y me sentí morir, en Edom. Haré todo para cuidarte, podrás contar conmigo para lo que sea. Mi amor, mi Magnus, te amo.

Lágrimas caían libremente por el rostro del brujo cuando Alec finalizó sus votos y levantó una de sus manos entrelazadas, besando suavemente los nudillos de Magnus.

Magnus jamás pensó que se casaría con alguien, siempre había sido vetado por su inmortalidad. Pero no Alec, quien lo había visto como si fuera humano, quien nunca lo había llamado "brujo" con desprecio. Entonces supo que Alec era diferente, y que, tal vez Alexander Lightwood no le rompería el corazón.