NOTA DEL AUTOR: LA CANCIÓN QUE SE SUPONE QUE SE ENCONTRABA
ESCUCHANDO NUESTRO ENCANTADOR ASHTON SE ENCUENTRA EN DONDE ESTÁN LOS VIDEOS.
CAPITULO DOS.
ERES ALGO RARA, POR QUÉ? / EL ES MÁS EXTRAÑO QUE YO.
Sin dudas el día pasó lentamente, estaba aterrorizada, el profesor no notó mi presencia, levanto solo su cabeza para observarme cuando hablaba sobre la guerra de musulini cuya historia al ser italiana debo de saberme completamente, los demás compañeros no creo que notaron mi presencia, en verdad tampoco me interesaba y la verdad deseaba –con todo mi corazón- que nadie más supiera de que existía, además del castaño.
Tocó la campana indicando que deberíamos de marcharnos a nuestros hogares, miré por la ventana buscando el auto de Dario, de golpe recordé que en el receso me mandó un mensaje de texto diciendo que no podría recogerme y que debería de cruzar toda la ciudad caminando. Me dirigí a el casillero, donde se suponía que debería de dejar mis cuadernos.
– nos volvemos a encontrar querida Julie- saludó con una adorable sonrisa el castaño.
– por segunda vez no es Julie es J-U-L-I-E-T- sin darme cuenta las letras las dije en italiano.
– lo siento, no hablo lo que sea que hablaste- rió.
– perdón- cerré rápidamente el casillero y a paso rápido comencé a marcharme.
Mentalmente me hacía recuerdo de que no podía hablar con nadie, no es que no pudiera, en verdad, podía, pero si sabían quién era mi padre me abandonarían y nuevamente tendría que pasar… bueno, no importa.
– Eres extraña, ¿por qué?, generalmente los nuevos suelen llamar la atención -sus ojos se posaron sobre mi- tú haces todo lo contrario, te hablo y comienzas a hablar en ¿español? O lo que sea… -dijo mientras avanzaba sobre una bicicleta.
“por dios, podrías de callarte y dejarme caminar a la bendita casa donde vive un bendito mafioso tranquila?” pensé mientras el hablaba, noté que cuando doblaba la primera cuadra el seguía a mi lado.
–¿Dónde crees que vas?- pregunté.
– creo que a mi casa, supongo.
– espero que no me sigas porque si es así, tengo un celular al cual presiono por 4 segundos el numero 5 y en menos de un pestañeo tendrás en tu cabeza una pistola- dije molesta.
– Julieta, tranquila- se asustó- ¿pistola, eres acaso una mafiosa?
– por tercera vez JULIET, segundo, claro que no soy mafiosa, solo era una broma- mentí.
Eres bastante inteligente Juliet, no llevas ni un día y ya has metido la pata, grande, debería de escribirme a mi misma una canción de la estupidez, deberías de comenzar a pensar, digo, es un chico que tal vez nunca habló con la hija de un mafioso que intenta de ser un poco normal y ya causó la primera impresión de extrañeza.
Ashton habló por unos 15 minutos, ¿Cómo no se cansaba?, aunque debo de admitir que él es mucho más extraño que yo, digo, habla con su acento australiano, viste unos jeans ajustadísimos, ¿sus huevos estarán bien allí?, mientras me habla escucha una música extraña y cada menos de una milésima de segundo mueve su cabello como diciendo “eh! Nena, tranquila Ashton está aquí” y hagamos el plus de que camina encorvado, extraño pero tiene algo especial, vamos Juli, no llevas ni 40 minutos en total hablando con él y ya te “atrae” mal allí, podrías de pegarte un tiro ahora mismo.