Viaje al pasado

XXIII

Anne y Alexis Stoll en multimedia
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NARRADOR OMNISCENTE

5 años antes...

Eran las 06:30 de la mañana, Lucy se vestía silenciosamente, intentando que no la descubrieran.
Sabía perfectamente que era imposible que su "madre" se despertase, y aunque lo hiciese, no se levantaría.

Lucy cogió la maleta en la que había metido lo que iba a necesitar para su nueva vida. Se escapaba. Llevaba tiempo queriendo irse de esa casa, y ahora que su primo Mark le había dicho que quería ir con ella, no podía perder esa oportunidad.

Habían quedado en encontrarse en el parque que había cerca de su casa.
Al llegar, vio a Mark acercarse a toda prisa. Mark tenía 12 años, 3 mas que Lucy, era alto, de pelo castaño y rizado, tenía los ojos azules y grandes, su cara estaba llena de pecas. Lucy amaba sus pecas, de pequeños, jugaban a intentar contarlas todas, y con sus pequeños dedos señalaba una a una, pero Mark tenía tantas pecas que era imposible contarlas todas.

-Justo a tiempo.-sonrió él y dos hoyuelos se le formaron.

-Por fin, fuera del infierno.-dijo Lucy sonriendo también.

-A dónde vamos primero? Manhatan? Nueva York?-preguntó Mark emocionado por empezar su aventura. Ambos sabían que sus madres no los iban a buscar, fingirían que estaba muertos y punto.

-Manhatan se ve bien.-respondió Lucy.

-Entonces vamos.-Mark comenzó a andar hacia la primera parada de autobuses.

Media hora mas tarde, ambos se encontraban en el autobús camino a Manhatan, Lucy dormía sobre el hombro de su primo. Él miraba pensativo por la ventana, sus ojos miraban al infinito y sonreía. Iba a comenzar una nueva vida junto a su prima, recorrerían el mundo, conocerían lugares imposibles de describir...

Cuando ya estaban llegando a su destino, Lucy abrió los ojos lentamente y observó el autobús, como si hubiese olvidado donde estaba. La ciudad se alzaba imponente a lo lejos, tan imaginaria y a la vez tan real que costaba creer que pronto recorrerían sus calles.

-Es genial.-dijo su primo sobresaltandola. Lucy lo miró, el sol se reflejaba en sus ojos azules, haciendo que pareciesen mas geniales de lo que ya eran.

-Si, no me creo que fuese tan fácil y nunca se me hubiese ocurrido, lo de escaparme.

-No podías irte sola y dejarme allí.-dijo él con un puchero.

-Obvio que no, eres la única persona que me cae bien de esa familia, no iba a dejarte ahí con esos monstruos.

Al llegar a Manhatan, bajaron del autobús y dieron un paseo por la ciudad.

-Tendremos que buscar un lugar para quedarnos esta noche.-dijo Lucy.

-Una casa abandonada no nos vendría mal.-opinó Mark.
-Aquella se ve bien.-Lucy señaló una casa cuyas ventanas estaba rotas, la pintura estaba muy estropeada y al techo se le habían caído algunas tejas.

Esa noche durmieron allí, pero no por mucho tiempo. A las 1 de la madrugada Lucy se despierta sobresaltada, presiente que algo va mal, mira a su lado y no encuentra a su primo. En su lugar hay una nota.

Querida Lucy:

Si estas leyendo esto, significa que no estoy contigo. Se que no me creerás, pero mi instinto me ha dicho que debo ir a San Francisco, y sabes bien que yo siempre sigo mis instinto. No me busques, por favor. Me gustaría que te quedases con esto.

Te quiere, tu primo Mark.

Lucy sintió que el mundo se le venía abajo. Ahora estaba sola. Mark se había ido y solo había dejado una nota. Una maldita nota. Miró al lado de donde antes había estado la nota y lo vio, era un collar, a simple vista era un collar normal, tenía pequeños dijes en el, un tridente, un rayo y un búho. El collar lo habían cogido de un cajón que su madre le había prohibido tocar, habían debatido durante horas sobre quien se lo quedaba y al final se lo quedó Mark.

En ese momento tomó una decisión. Ignorando la petición de su primo, se levantó, cogió sus cosas y puso rumbo a San Francisco.

Pasó varios días andando. Al 5° día, le atacaron unos bichos rarísimos. Eran mujeres con dos colas de serpiente en lugar de piernas. Consiguió matarlas, pero a ella no le fue muy bien, tenía un brazo roto y el tobillo torcido, estaba tan cansada que le costaba mantenerse en pie.

Lo único que supo después es que se había desmayado y que una mujer la había recogido del suelo y la había llevado a su casa a curarle las heridas.
Al tiempo la adoptó y se convirtió en lo que la mujer que le había dado a luz nunca había sido. Se había convertido en una madre, de esas de verdad.

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Holaaap
Tardé años en actualizar ;-; sorry

Prometo recompensarles en algún momento, ahora no puedo, demasiados exámenes ;-; Profesores aguafiestas.

Aquí os dejo una canción, porque YOLO xD

-LucyDiAngelo💕