Noah me ha invitado a salir.
Le he dicho que no.
En el fondo quise decirle que sí, pero mi orgullo no me ha dejado. Tuve ganas de abrazar a alguien y contarle todo lo que siento.
Pero no hay nadie a quien abrazar.
A veces me pregunto como mis padres se tragan el cuento del final feliz y de que tengo la vida perfecta.

ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca pude decirte
Conto¿Estabas enamorado de mí... o enamorado del sentimiento?