Intervalo

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Pasaron varios días y yo seguía sin ver a mis padres. Me tenían excluída de todo, no podía ir a la escuela tampoco. Pedí por Leonne, pero tampoco venía a visitarme. Lloré mucho esas semanas, fue seguramente menos de un mes, pero para mi fue eterno.
Pensaba en mis cuadernos y dibujos. ¿Se habrán destruído? ¿Mi casa? ¿Mis cosas? ¿Fue mi culpa?
Pedí, entonces, un cuaderno nuevo. Eso sí me lo permitieron. Era un cuderno normal, color verde manzana en la tapa y negro en la contratapa. Todas sus hojas eran pálidas y sin renglones. Sin pensar, lo primero que hice fue dejar en escrito todas mis preguntas del momento. Más de 100 preguntas escritas en forma de lista estaban allí, ornamentando el vacío de sus páginas. Luego escribí:
Mamá y papá: Los extraño, necesito su abrazo. ¿Dónde están? Me siento muy sola y esta camilla es incómoda para dormir. Me tratan bien en este hospital. Espero que ustedes estén acá también, cerca. No puedo ver a otros niños que internan acá y no sé por qué. Ojalá no me olviden, yo nunca lo haría. Los amo. Carol.

La Infeliz -Mili MarLat- CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora