-No me contesta nadie el teléfono.
-Arriba no hay nadie.
-A lo mejor fueron a cenar.
-Quizás, ¿Oye quieres que te haga algo de cenar?
-No amor mejor pedimos comida Italiana, los dos estamos muertos para cocinar
- Me parece excelente.
-La pides en lo que me cambió.
-Si amor.
Subí a cambiarme y ponerme algo mucho más cómodo, Alex se quedó abajo pidiendo comida.
Antes de cambiarme entre al baño por esos días, sorpresivamente mi toalla estaba completamente limpia, quizás por el frío mi período se había suspendido por completo además que revise mi calendario y ya estaba a último día de que terminará.
Olvide decirle a Alex que quería de comer y el olvido preguntarme.
Cuando me quite la blusa entró Alex sin tocar, ambos nos quedamos viendo y sin decir nada lo único que hice fue tomar una frasada de la cama y cubrirme.-Perdón Kourtney.
-No pasa nada, fue mi culpa por no cerrar la puerta.
Era la oportunidad perfecta para dejar de ser una chica ñoña de 19 años que seguía siendo virgen, era el momento y la persona perfecta, el era mi novio y estaba enamorada de el.-Sólo quería saber que pedirte.
-Lo que tu pidas esta bien.
-De acuerdo... Te espero abajo.
-Alex espera.
-¿Si?
-Ven.
-Kourtney ya te pedí perdón.
-No es eso... ¿Alex yo te gustó?
-Obvio, eres una chica muy linda, dulce, tierna, inteligente y hermosa.
-No me refiero a ese tipo de gustar.
-¿Entonces?
-Físicamente.
-Por supuesto que me gustas.
-¿Aunque no tenga las medidas de Kendall?
-Kourtney, cuántas veces te tengo que decir que a mi no me gusta tu prima.
-Por favor Alex, no puedes negar que no te gusta simplemente ve sus curvas, tiene el doble de pecho, el doble de trasero y la cintura y cadera perfectas.
-Kourtney no seas ridícula... Ven aquí. Dijo jalandola al espejo y quitándole la frasada con la que se cubría.
-¿Qué haces?
-¿Qué ves en el espejo?
-A mi... A una tabla.
-No Kourtney, yo veo a una mujer hermosa, sexy y es mi novia.
-Ya no quiero ser una niña Alex. Dijo llorando.
-Mi amor no llores, ven aquí. Dijo abrazandola.
-Ya me cansé que todos me vean como una niña.
-Bebé tranquila, ponte una blusa y calmate.
-¿Alex no entiendes?
-Kourtney yo no voy a tener sexo contigo.
-¿Porque no Alex?
-Te amo demasiado para arruinarte la vida.
-Yo quiero que seas tu quien me arruine la vida, no quiero que sea nadie más.
-¿Estas segura?
-Nunca estuve más segura.
-Kourtney, no quiero lastimarte.
-No me vas a lastimar Alex.
-Yo llegaré hasta donde tu quieras, ¿De acuerdo?
-Si Alex.Esa noche Alex y yo lo hicimos, mi primeran vez fue con la persona de la que estaba más enamorada, fue algo doloroso pero valió la pena, nunca me había sentido más viva, sentía algo dentro de mi que me hacía sentir miles de sentimientos.
Alex se quedó profundamente dormido y yo lo unico que podía hacer era verlo dormir abrazarlo y besar su espalda, además de jugar con su cabello.
Algo despertó a Alex.-Hola hermosa.
-Hola mi amor.
-¿Cómo estas?
-Mejor que nunca.
-¿Te lastime, te dolió?
-Un poco, pero estoy bien.
-¿Segura?
-Si mi amor, tranquilo.
-Te digo algo.
-Mmm si.
-Eres increíble.
-¿De verdad?
-Si mi amor, me encantas.
-¿Enserio?
-Enserio.
-Mentiroso.
-Es la verdad.
-Me encantaría estar así toda la noche pero no deben tardar en llegar todos.
-Tienes razón, me voy a bañar.
-Y si nos bañamos juntos.
-¿Te quieres bañar conmigo?
-Porqué no... Pero si tu no quieres pues me bañare sola.
-No seas tonta y ven aquí.
-Awww!!
-¿Que pasa?
-Nada, me duele la cadera y las piernas.
-Es normal mi amor, fue tu primera vez.
-¿Alex a cuántas les has quitado la virginidad?
-¿Contandote?
-Si.
-Una.
-Fue nuestra primera vez.
-¿Cómo?
-Tú primera vez con una virgen y mi primera vez teniendo relaciones.
-Estas loca mi amor, ven vamos a bañarnos.
-Ya voy.ALEX
Nunca había tenido sexo con una virgen la verdad sólo lo había hecho con una sola chica y una sola vez, con Kourtney había sido mi segunda vez pero fue mil veces mejor que la primera vez.
Salimos de la ducha y nos cambiamos, después bajamos a cenar.-Me muero de hambre.
-Yo igual amor, ya es tarde para pedir comida.
-Pero hace un par de horas no tenías hambre.
-Cállate Alex.
-Te brillan los ojos más que antes.
-Por que estoy feliz.
-¿Ya no te duele la cadera y la piernas?
-Aún me duelen pero ya menos.
-Escuché un coche.
-Deben de ser los demás.
ESTÁS LEYENDO
El Hermanastro Perfecto. 𝐄𝐧 𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧
RomanceJamas pensé que me fuera a enamorar del hijo de mi padrastro, con quien convivi desde que era una niña.