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JungKook estaba esperándome fuera de clases apoyado contra uno de los árboles, suspire y JiMin pasó un brazo por mis hombros

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JungKook estaba esperándome fuera de clases apoyado contra uno de los árboles, suspire y JiMin pasó un brazo por mis hombros.

—¿Ese es tu amigo?

Asentí y me alejé antes de que JungKook me viera pero era tarde, los ojos negros de Jeon parecían dagas en JiMin. Le sonreí un poco al mayor, tratando de alejar el ambiente incómodo de nosotros.

—No lo prestes atención, es idiota. Es así incluso desde que nos conocimos, y teníamos como 7 años. –JiMin sonrió enternecido y me revolvió el pelo riendo.

—Haces que me caiga bien el mocoso a pesar de que prácticamente me está asesinando con la mirada. Bien, Nam, yo me tengo que ir. –bajó la cara hasta mi y puso un dedo en su mejilla, haciendo sonidos de besos. Me dio pánico, JungKook nos estaba mirando, pero tengo la suficiente confianza con JiMin como para hacer eso todas las clases así que le dí un beso rápido y me fui hacia JungKook que estaba frunciendo el ceño, enojado.

—Bien, bien, bien, ¿Qué mierda fue eso?–rodé los ojos.

—¿Un beso? Dah, ¿Que haces aquí, JungKook?– me acomodé la mochila en el hombro, mientras que él escondía sus manos en los bolsillos de su jean.

Si, con JungKook nos conocemos desde que teníamos 7 años y eso es porque mi padre solía ser el mejor amigo del suyo, después de varios años separados se volvieron a encontrar cuando ambos ya estaban casados y con hijos, y hasta el día en que mi padre murió, iba todos los días a la casa de JungKook a jugar.

Después de la muerte de mi padre, Jeon se volvió muy sobre-protector, manteniendo una promesa con mi difunto padre de que nadie me podría hacer daño, creo que no se dio cuenta de que es él quién me está dañando más. Que es él, de quien debo alejarme pero no puedo.

—Uhm, vamos a algún lado... No sé, ¿quieres comer algo?

—En este mismo momento, sólo quiero llegar a mi casa y dormir. –y era verdad, muchas emociones por un día. –viniste para nada.

JungKook frunció el ceño, claramente enojado, pero lo volvió a relajar para poner una sonrisa de lado.

—Vamos, se que quieres ir a algún lado.

¿Que tipo de rompecabezas tenía JungKook en la cabeza? Era imposible de comprender. En la mañana simplemente me dejó de lado, algo a lo que últimamente estaba acostumbrada, pero esos arrebatos de cariño que tenía eran muy extraños. Los usaba cuando sabía que la había cagado.
Y para eso ponía su sonrisa de "no rompo un plato, soy un nene de mami" y conseguía lo que quería, JungKook es demasiado competitivo, y no le gustaba perder. Y no conseguir lo que él quería significaba una derrota.

—Jeon, en serio no quiero. –pero en serio me estaba cansando. Pasar de ser su mejor amiga a su pequeño muñequito al principio no me molestaba en absoluto, que vamos, somos ambos adolescentes con ganas de experimentar y con la suficiente confianza como para hacerlo los dos juntos.

error n°1: aceptar esa idiotez.

Al principio no parecía gran cosa, amigos con derecho a roce, eso no había cambiado nuestra amistad. Hasta cierto punto, en que él comenzó a cambiar.

O quizás siempre fue así y no lo quise ver.

error n°2: negarme la realidad.

Estaba acostumbrada al JungKook competitivo, al que casi nunca expresaba sus sentimientos porque no sabía cómo, pero no a su posesiva actitud conmigo, no a sus respuestas frías ni menos a qué me tratara a su antojo.

Capaz el siempre fue así y no quise creerlo, y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, me había enamorado de JungKook.

error n°3: enamorarme de mi mejor amigo, que encima es lo más cliché del mundo.

Odiaba depender emocionalmente de una persona, incluso me parecía patético, pero el separarme de JungKook me parecía imposible.
No sólo me ataban a él nuestra relación con beneficios, me ataban años de amistad y tardes juntos, la comodidad de estar juntos, el miedo a perder ese calor que sólo él me provocaba. Quizás me ataba él mi propio miedo a quedarme sola.
También el romper la promesa con mi padre.

Simplemente no me parecía una opción. Aunque ¡sorpresa! Ahora no me parece tan mala idea. Si no fuera tan idiota esto no estaría pasando, pero bueno, lo soy y ahora estoy así. Me dejo y por idiota.

—No pienso rogarte nada, Nam SoHyun. –se cruzó de brazos. -así que es la última vez que lo digo, vamos a algún lado.

—¿Estas jodiendo, no? Me acabas de rogar ahora mismo. –mi sonrisa borró la suya, que sustituyó por un bufido.

YuGyeom me advirtió muchas veces que esto terminaría mal, HaNa también... Tan ciega, no podía ver el final a todo esto.
Y ahora lo siento, puedo ver esto convertido en un desastre.

Un desastre que capaz yo misma desaté.

error n°1636819: seguir con el maldito juego.

Mi plan era volver a casa, comer con mamá, ducharme y acostarme a ver una película de acción en Netflix, capaz comer unos dulces y a la tarde salir con HaNa, y en sí, tratar de ignorar a JungKook.

Incluso tratar de seguir buscando opciones de carreras y universidades lejos de Busan, quien sabe, incluso en el extranjero. Aunque quizás estoy fantaseando mucho, tendría que conseguir una beca, y los estudios no son mi fuerte. Y el dinero no sobraba en casa.

El pensar un lugar lejos de todo y todos me hizo sentir libre, aunque fuera solo una pequeña fantasía.

Un nuevo comienzo, algo fresco, no JungKooks por los quien preocuparse, no HaNas para dar explicaciones, no YuGyeoms para sentir culpa y no TaeHyungs para arrepentirme de toda mi vida.

Pero mientras pienso esto, estoy caminando al lado de mi mejor amigo, yendo a ver una maldita película de un romance asqueroso porque sigue pensando que soy lo suficientemente femenina como para que me gusten esas mierdas, muerta de hambre porque no me pude comer el almuerzo que me hizo su madre y si, decepcionada de mi misma porque soy una estúpida que no le puede decir que no a Jeon JungKook.

Realmente, sólo soy un juego para ti, ¿verdad?

p l a y d a t e | jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora