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—SoHyun

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—SoHyun... ya es tarde...

Un poco más, por favor.

—SoHyun, tienes clases dentro de poco. Levantate.

—Mmm... no...

Apreté las sabanas contra mi cuerpo, tratando de ganar un poco de calor, pero el calor al lado mio se había ido cuando JungKook se levantó.

Abrí un poco los ojos y lo pude ver leyendo un libro en el pequeño sillón de su habitación, ya bañado y cambiado.

—Mi madre quiere que bajes a desayunar. Apurate. —dijo sin mirarme. Suspire y mire la hora.

—¡Mierda!—en media hora tenía clases de lenguaje de señas y quedaban bastante lejos. Jeon puso una sonrisita burlona.

—Yo te dije. – maldito imbécil. Me sujeté a las sabanas  con fuerza y me levanté, aunque me senté al segundo al sentir el dolor en mis piernas. –¿Acaso no te dije que te apures?

Me aguanté las lágrimas y volví a levantarme, agarré mi mochila y me encerré en el baño.

¿Porqué dejaba que me tratara así? Como si solo fuera su muñequita, un objeto para él.

¿No eramos los mejores amigos?

Solté la sabana y me miré al espejo, tenía el pelo totalmente despeinado, marcas por todo mi cuello, pecho y estómago, incluso en mis piernas.

También habían marcas de las esposas en mis manos, y sus dedos en mi cintura. Soy un desastre.

Me puse una camiseta con cuello de tortuga y jeans oscuros, aunque me costaba ponermelos. Después me maquillé y me peine como pude.

Cuando salí del baño, Jeon todavía estaba leyendo el libro.

—JungKook...

—¿Qué?

—¿Quieres venir conmigo? –tenía que intentarlo, ¿no? Llevo intentandolo años, lo persigo hace años pero el no es capaz ni siquiera de mirarme como yo quiero, más que solo un pedazo de carne. O su mejor amiga, con derecho a roze.

—Estoy ocupado, si quieres después salimos con Tae y HaNa. –ni siquiera me miro. Suspiré. –Vamos, no te pongas triste.

Rodé los ojos y lo saludé, para después bajar las escaleras y encontrarme a su madre saliendo de la cocina.

—Ah, SoHyun, te estaba por ir a buscar, ¡Ve a desayunar que se enfría!–me sonrió.

La mamá de JungKook era un amor, lástima que el hijo no es igual a ella.

—Lo siento, JiHye, voy tarde a clases. –la señora Jeon hizo un puchero. –Enserio voy tarde, si no hubiera comido.

—Pero necesitas recuperar energías...–aveces sospecho que la madre de JungKook sabe todo lo que pasa entre nosotros, pero después me doy cuenta de que es imposible. Si fuera así, ¿No me habría hechado a patadas de su casa ya? –Espera 5 minutos y te lo guardo para que comas en el camino, ¡No quiero que te desmayes por ahí!

p l a y d a t e | jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora