Después de haber oído respuesta, dos sentimientos me llenaron: la felicidad y el miedo, quien sabe que tendría que ofrecer para hacer un contrato, pero pensé que...¿y si le pido una charla cara a cara? Muchas cosas podían salir mal, tanto que me jugase sucio cerrando un trato injusto, o tener que renunciar a algo que me importase...bueno sobre esa última, no estaba seguro que cosa o alguien importante podría perder. Objetos no tenía ninguno y sobre las personas había pocas a las que les hablase, estaba mi amiga Kate que también disfrutaba de las cosas misteriosas y de miedo, un gran amigo David que siempre hacíamos todo tipo de locuras, mi padre, mi madre y mi hermano eran importantes pero supongo que sólo los soportaba ya que a ellos si les debía parte de mi vida, pero aparte de eso nada más podría ofrecer, aún así quise hacerlo. Ya era de noche, como esta vez mi hermano estaría en casa y tengo que compartir el cuarto con él, decidí esperar a que todos entrasen a sus cuartos y durmiesen. Cuando esto pasó, salí de mi cuarto y cerré la puerta intentando no hacer mucho ruido, fui a la sala y me senté en el sillón mirando de nuevo a la oscuridad. Esta vez sólo había una mancha, no se distinguía mucho los rasgos, así que le pregunté: "¿quisieras hablar conmigo?". Al casi instante esta mancha desapareció, empecé a sentir frío y mi piel se enchino, a la vez que eso pasaba un susurro vino a mi oído- " ¿estas seguro?"-"si" respondí un poco tembloroso-"esta bien"