Capítulo 11.El partido.

3.7K 416 53
                                    



Kyungsoo se le habían hecho los días eternos a pesar de que había tenido días de estrés y mucho trabajo pero estaba deseando que llegara el día del partido y hoy por fin era el día.

Kyungsoo estaba emocionado desde que se levantó, no paraba de sonreír y hasta de canturrear, desayunó rápidamente y repasó las cosas que iba hacer hasta que llegara la hora de encontrarse con Jongin para ir juntos a ver el partido.

Entre unas cosas y otras aunque estuvo ocupado y salió hasta para comprar en la mañana, las últimas horas se le hicieron inmensamente eternas hasta que fuera Jongin a recogerlo, tenía el estómago cerrado y casi no pudo almorzar del nerviosismo que tenía pero debía comer algo y así lo hizo, porque si no se forzaba a comer algo y le sonaran las tripas cuando estuviera junto a Jongin sentiría una gran vergüenza, jamás se había sentido así por otra persona, estaba totalmente enamorado de Jongin aunque no debiera.

A falta de más de una hora del partido, Jongin ya estaba en camino porque vivía lejos de Kyungsoo pero le cogía de paso hacia el estadio donde se celebraría el partido, a menos de un kilómetro del apartamento de Kyungsoo, por lo que llegarían pronto pero querían llegar con tiempo para que no se les hiciese tarde, por si surgía algún imprevisto como atasco o el tiempo, estaba nublado aunque de momento la lluvia se estaba conteniendo.

Kyungsoo en su casa estaba nervioso, durante la mañana fue al centro comercial que había cercano a su casa para comprarse una camisa, quería llevar algo nuevo, que estuviera elegante, pero a la vez ir vestido casual, quería estar guapo para Jongin, aunque Jongin no se fuera a fijar en él en ese aspecto, pero ir bien guapo le hacía ilusión y tener más confianza.

Acababa de salir de la ducha y se estaba afeitando mientras escuchaba a su grupo favorito, quería estar perfecto, hasta se echaría una colonia que le había regalado su madre para el día de su cumpleaños, pero casi nunca usaba.

Ahora mientras estaba en toalla elegía hasta los calcetines y los bóxers que mejor le conjuntarían con la camisa que se había comprado en la mañana y unos pantalones a juego, en ese momento Jongdae tocó la puerta de su habitación.

-¿Estás visible?

-Entra, estoy en toalla, pero no pasa nada.

-Ya me voy al hospital me quedan 12 horas largas de estar allí, pásatelo muy bien junto al doctor belleza, disfruta y no pienses en nada más, ya me contarás.

-Vale, gracias por tus consejos de antes y por aguantarme estas últimas horas, mañana te cuento.

-Tranquilo y disfruta, no pienses en nada.

-Lo sé, solo pensaré en pasarlo bien junto a mi doctorcito belleza.

-De acuerdo, - Jongdae sonrió, - ¡ah por cierto!, te agradezco que me hayas dejado quedarme en tu casa, la mía sigue inundada los aparcamientos y todavía no arreglaron el cortocircuito con estas lluvias, espero que en dos o tres días lo puedan arreglar.

-No te preocupes, puedes quedarte todo el tiempo que quieras, para eso somos amigos.

-Lo sé, eres un gran amigo, pero de nuevo quería darte las gracias, bueno, ahora si me voy, hasta mañana y vístete ya que te queda media hora para que llegue el doctorcito.

-Vaya, tienes razón, me has entreteniendo demasiado, pero quiero ir perfecto.

Jongdae sonrió y se marchó una vez que se despidieron.

Mientras Jongin seguía conduciendo camino al apartamento de Kyungsoo recordó las últimas horas antes de que se pusiera en camino, durante esas horas pasadas estaba nervioso y no sabía porqué exactamente lo estaba, quizás sería emoción por tener un buen amigo con el que tenía muchas cosas en común e iban a salir por primera vez fuera del hospital, compartir horas con él divirtiéndose, sin preocuparse ni del trabajo, ni de nada, hoy quería pasárselo bien y disfrutar de la compañía de su preciado amigo y hacer lo que hacen los amigos, quedar para hacer cosas juntos, pero no solo era eso, es que Kyungsoo, le había devuelto la alegría, le trasmitía algo que no sabía como describirlo, pero le daba vitalidad y alegría, le hacía sonreír con sus ocurrencias y con todo porque no decirlo, con solo su presencia le hacía sentirse bien.

Miedo a Amar (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora