Amor Y Sentir

La Incongruencia De Amar

Ese árbol fue un error, el más grande de todos. Ese árbol fué el error de acostumbrarse a ella, fué el error de sentirse completo. Ese fué el error que una y otra vez él volvería a cometer, fue el error más feliz de su vida.

Cuando en sus manos se sentía un calor más intenso que el del fuego, y cuando sus labios eran la guarida qué era conocida y anhelada por ambos. Entonces sus voces le daban espacio al silencio. Que inconcientemente se hacía la más rica y abstracta conversación.

Él sabía que ella era el tan buscado amor de su vida, y aunque no lo fuera, dejaría pasar al verdadero por estar con ella. Lo había sentido, lo seguía sintiendo. Cada vez de forma más especial y más intensa.

Sus miradas cedieron, y sus cuerpos hambrientos de amor, sintieron un extasis dentro de sí, que era estar el uno con el otro, sentir el calor del otro. Estar juntos era vivir un momento infinito dentro de sus vidas, sabiendo que se acabaría, pero sabiendo también, que otro mejor comenzaría. Más allá de lo material, lo físico y lo superficial, ellos podían sentir la presencia del otro y estar completos, libres y fugaces.

La desigualdad no era excusa, porque el amor se hermoso, y para él, ella era la personificación de esa inexplicable palabra, que es una breve expresión para demostrar lo inmenso qué se sentía al hablar de ella,al estar con ella.

Todo perdía el sentido racional, y solo existía el sentido de ser. Pero en sí, quién decide lo que tiene o no tiene sentido?

Esa pregunta encuentra su respuesta en que, el sentido no es más que un concepto impuesto por lo igual, por lo adoctrinado y lo congruente de la sociedad. El amar es romper esa congruencia, incongruente para el soñador, y así dar un sentido al vivir, basado en lo abstracto qué conlleva sentir.