El orfanato de Heskinn

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SINOPSIS

El joven sueco Isak Berg, se ve obligado a ingresar en el Orfanato Heskinn tras la dolorosa pérdida de sus padres a manos de dos individuos. Perdido tras los valles de la isla sueca de Gotland (Visby) se encuentra el peculiar edificio, construido en el siglo XVIII por altos nobles de la isla. Cuando llega al deteriorado y escalofriante lugar, comienzan a suceder hechos macabros que parecen tener una conexión entre ellos. Descubrirá siniestros secretos del pasado de los trabajadores y compañeros que parecen querer esconder algo más de lo que muestran. Pero su inseguridad aumentará cuando conozca la leyenda de un chico llamado Börje Persson, que pareció haber asesinado a dos menores en algún momento de su vida, y la extraña presencia de notas en el lavabo, escritas a mano incoherentemente.

La leyenda de un lugar sólo puede ser una pequeña parte de la verdad. Cuando cada gota de sangre derramada es una pieza más para completar el puzzle que nadie parece querer ver. ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para sobrevivir?

CAPÍTULO 1

El médico abrió la puerta lentamente, interrumpiendo la oscuridad total de la habitación, y extendiendo un claro de luz hacia el suelo y la cama que se mostraba en frente. Lo vio allí postrado, arropado con las incómodas sábanas que le envolvían en el colchón. Entró en la pequeña y compartida habitación del hospital más antiguo de Visby, la ciudad más grande de la isla sueca de Gotland. El hombre se puso de rodillas y acercó su cara al muchacho, abriéndole delicadamente los ojos con dos dedos e iluminándole sus pupilas para comprobar si seguía inconsciente. Isak Berg era un pequeño adolescente de catorce años, abatido aún por las lágrimas secas que recorrían su rostro tras la dolorosa pérdida de sus padres, que tuvo lugar durante un forcejeo contra dos ladrones en su propia casa, en la isla de Gotland. Isak tenía la piel clara, tan pálida como las paredes de aquel solitario hospital donde se encontraba. De pelo castaño y corto, siempre despeinado y despreocupado ante las incansables acometidas del médico que una y otra vez le preguntaba por lo mismo.

—¿Qué tal estás Isak? —dijo él sonriéndole, estrechándole el hombro con sus manos.

Isak no contestó, seguía deprimido. Miró hacia otro lado, donde dormía un paciente de avanzada edad. Por su respiración, Isak creyó que aquel señor abandonaría el hospital en poco tiempo. Estaba cansado de escuchar el ronquido incómodo e incansable de ese anciano. A la derecha del hombre, la siempre ventana cerrada de la habitación 112. Isak no comprendía el motivo de esto, en sus más de tres semanas que llevaba en el hospital curándose de sus heridas, jamás la había visto abierta. Un día, una joven enfermera le comentó que varios pacientes habían querido suicidarse desde que se inauguró el hospital, desde entonces, todas las ventanas del edificio permanecerían cerradas para siempre. "No me extraña nada", pensaba él con dureza. El tiempo en Suecia era inaguantable. Llovía día tras día, noche tras noche, y cuando parecía que la lluvia comenzaba a dar tregua, los vientos fríos del norte empeoraban la situación. Era asfixiante para él, las paredes de su habitación cada día se hacían más pequeñas, apretándole tanto que tenía que dejar escapar su mente del único modo que sabía: dibujando. Plasmaba en papel las cientos de aventuras que nacían en su mente. Dedicaba retratos a alguna que otra enfermera y representaba con desprecio a aquel médico que le reconocía diariamente. Sólo era un chico adolescente traumatizado, lo había perdido todo y se encontraba atrapado en sus pensamientos sin poder hacer nada más. La sensación de repetir un día tras otro la monotonía, aquella maldita y odiada

monotonía de ver la pequeña televisión por cable, aquella caja de malas noticias donde informaban sobre la trágica muerte de sus padres, asesinados a sangre fría a manos de dos adolescentes. La televisión estaba anclada en la pared durante las veinticuatro horas, iluminando levemente su parcela, y entonando un sonido de fondo irritante que le interrumpían sus pensamientos mientras creaba sueños con el bolígrafo en un papel. Prefería volar con sus dibujos lejos, muy lejos de donde se encontraba.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2013 ⏰

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