Mis manos sudaban, y sentía como mi corazón latía a mil a cada minuto que pasaba. Me había duchado pero creo que volví a oler mal cuando el sudor se pegó a mi cuerpo por los nervios. Estaba sentada en la entrada del hotel mirando con curiosidad a cada persona que entraba, y salia o a cada auto que hacía estas acciones en busca de mi amor platónico; Lauren.
Tenía miedo, si y mucho. Temía a que ella me deje plantada porque aunque ella decía quererme a veces temía a que solo hablaba con algunos de sus asistentes, ¡Por Dios! ¡Ella es Lauren Jauregui! No creo que tenga tiempo para estar vagamente con su celular.
-Camila. -Me llamo una mujer haciendo que mire rapidamente a la maravillosa voz, sabía que era ella había conocido su voz varias veces en distintos conciertos, premieres y la he escuchado en varias entrevistas.
-Oh santa mierda, Lauren. Eres tú. -Dije comenzando a llorar de la emoción, tenía enfrente a la persona por la que tantas veces rogue en conocer, la que deseé, por la que gemi y por la que soñé varias veces.
Corrí hasta su figura, y ella me abrazó dejándome oler su famoso olor a frutas como todas decían. No podía ser un momento mas perfecto, y no pude sentirme más en el paraíso cuando sentí sus labios dejándome un cálido beso en mi frente.
-No llores, no me gusta que mis fans lloren al verme. Es triste. -Dijo mirándome expectante con sus ojos verdes mientras limpiaba mis lágrimas. Mire sus labios unos minutos, aquellos que deseé y deseo aún besar y probar, juré que si lo haría no me detendría hasta tener sexo con ella, y espero que termine siendo un hecho. Ella, al notar que miraba sus labios se sonrojo lejos de mí. Dios, de seguro ahora me tenía como una necesitada total cuando no era nada parecido.
- ¿Y...a donde iremos a comer? -Pregunté aun llorando e hipando mientras tocaba sus hombros para asegurarme que ella era real, y no era parte de uno de mis tantos sueños.
Señaló atrás así mostrando a su camioneta. -Como sabrás, soy pésima conduciendo y por eso...
-No te han dado tu licencia -le terminé interrumpiendola. - ¿El es tu chofer Troy? -Dije comenzando a llorar nuevamente al ver que me miraba. ¡Diablos, estaba mirándome el chofer de Lauren Jauregui!
-Si, él es -Lauren me sonrió y sentí desmayarme. Su sonrisa seguía siendo hermosa e incluso mas perfecta que en aquellos conciertos, fotos y revistas. - ¿Quieres saludarlo?
Traté de respirar para luego negarle el ofrecimiento, no queria seguir viendo mal desarreglada y llorona frente a ella. -Será para otro momento por ahora solo sería bueno ir a comer. -Dije pero al minuto me arrepentí, además de necesitada ahora tambien era hambrienta. Genial, nótese el sarcasmo.
Lauren carcajeo. -Si, si, claro Cami. Vamos. -Me tomó de la cintura llevándome hasta el auto y sentí nuevamente desmayarme. Demonios, si ella seguía haciendo esto me terminaría muriendo.
Me subí al auto apreciando con mi trasero aquellos asiento de cuerina negra y ese aroma a jazmines era deliciosamente el toque que me enloqueció en el carro de Lauren.
Cerré los ojos apoyando mi espalda en el asiento con total naturalidad haciendo realidad otro de mis grandes sueños; Viajar en el auto de Lauren con ella a mi lado. Abrí uno de mis ojos observando de reojo a aquella ojiverde que estaba apoyada mirando su celular con atención. Iba a hablarle cuando el auto paró haciendo que tenga que tragarme aquellas palabras casi dichas a Lauren.
-Aquí es un lindo lugar. -Me sonrió la ojiverde bajando del auto y no tuve otra alternativa que seguirla viendo un gran cartel que presentaba al restaurante. Nos metimos en él, y pude observar el famoso color beige colocado en cada parte del lugar con otros toques de distintos colores.
Lauren se rió al verme y me reí avergonzada al darme cuenta que miraba el lugar con la boca abierta, impresionada. Luego de eso, nos sentamos en una mesa alejada de los demás e inmediatamente un hombre se acercó a nosotras. Wow, que buen servicio. Pensé.
-Hola, bienvenidos al restaurante Milenio. Mi nombre es Stefan ¿Cuál será su comida hoy? -Dijo mirando la libreta antes de dejar un menú a cada una pero cuando miro a Lauren soltó un chillido ahogado. -Oh por Dios, tú eres...L-Lauren...
-Jauregui, si. La misma. -Le interrumpió la ojiverde haciendo que el chico ría nervioso.
-Eres mí ídola. Siempre me encanto tu musica y me puedo considerar tu fan totalmente, aparte de eso pues... -bajo su tono de voz. -Soy homosexual.
-Genial, Stefan -ella sonrió asintiendo. -Aquí traenos; una porción de pizza para mi amiga Cami y...para mí traeme algo de la ensalada de verduras, y también ese sándwich de pollo con verduras picada. Gracias. -le dijo amablemente.
-Ya mismo. ¿Me firmas un autógrafo? -preguntó acercándole la libreta. -Y también una foto porque el papel se puede perder. -dijo cuando Lauren firmó su libreta. La ojiverde río antes de sonreír a la cámara del celular junto al chico moreno. -Gracias, te amo tanto y a ti tambien niña. -me sonrió antes de irse.
Woah, al fin alguien me sentía aquí. Ya estaba empezando a incomodarme.
