Capítulo 9.

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Narra Micaela:
Me desperté de un salto y cuando me fije la hora, me había quedado dormida. Eran las 18:00hs, me levanté, me hice un té con tostadas y agarré mi teléfono, tenía un mensaje de WhatsApp.

WhatsApp > Mamá.

Mamá: Hola hija, levantate que ya es tarde yo salí a comprar.

Micaela: Bueno, no hay problema, nos vemos.

Cerré WhatsApp y me fui a peinar ya que me despeino mucho cuando duermo, me cambié y ordené un poco la casa antes de que llegara mi mamá.

———

N/A: en las "clases en el gimnasio" tienen diferentes deportes por día.

———

Se hicieron las 18:47 y salí para el gimnasio. Llegué y no tenía idea de que hora era ya que no llevé mi celular. Iba entrando y..

Xx—: ¡Micaela! — Gritaron dos personas.

Volteé para ver quienes eran y eran Gonzalo y Bruno, mis compañeros de curso.

Gonzalo: ¿Venís a las clases Mica?

Micaela: Sí, y ustedes?

También— Dijeron al unísono.

Bruno: ¿Entramos?

Micaela: Bueno..

Entramos con los chicos y faltaban 5 minutos para que llegara el profesor. Creo que la clase duraba una hora.

——

Escuché unas voces susurrando:
Mirá, ahí está Micaela, vino con dos chicos re lindos la tonta. — Fue lo único que alcancé a escuchar y venía de quien ya se imaginan: Florencia, que estaba charlando con sus dos queridas amigas.

——

Llegó el profesor y nos hizo dar cinco vueltas en la "cancha" por así decirlo una caminando, dos trotando y dos corriendo.

Chicos y.. bueno, chicas, ahora que ya entraron en calor vamos a jugar un partido y yo voy a elegir los equipos.

Él armó los equipos y, bueno, mis compañeros Bruno y Gonzalo quedaron del otro lado con ellas tres, no me afectaba pero en este equipo era yo sola, literalmente, ya que los demás eran todos desconocidos para mí.

———

Llamé a un lado al profesor y le dije.
Hola, mucho gusto me llamo Micaela, quería decirle que no me gustaría jugar este partido porque no me siento bien como para jugarlo.

Perdón, señorita Micaela, pero no se va a poder, ya que si usted no juega el otro equipo va a tener uno más, lo cual puede ser ventaja o desventaja, pero creería que ventaja entonces muchos de su equipo se quejarían. No le costaba nada sacar uno del otro lado, pero bueno, tengo que jugar.

El partido empezó.

Mi equipo iba 1 contra 3 del otro lado.
En un momento intenté encestar pero no lo logré y la pelota cayó sobre la cabeza de Bianca que haciéndose la víctima se tiró al piso.

— ¡Detengan el partido! — Gritó el profesor y todos dejaron de jugar.

Bianca seguía tirada en el piso, mientras simulaba llorar, todos lo creían, menos yo, llorar sin lágrimas no es llorar, aunque para los demás parece que sí.

Gonzalo y Bruno miraban atentamente la escena, cuando se me acercan Florencia y Paula.

Florencia: ¿Te das cuenta de lo que hiciste? No hacés nada bien, sos una inútil, lo hiciste a propósito.

Paula: Flor tiene razón, le tenés envidia a Bianca porque ella es más flaca que vos y vos sos una vaca.

Me di cuenta en ese momento de que Gonzalo y Bruno estaban escuchando atentamente y Gonzalo habló:

Gonzalo: Perdón que me meta, pero ¿qué pasa acá?

Micaela: Nada, Gonza. Gonzalo me miró y asintió.

Micaela: Yo no hice esto a propósito, he recibido miles de pelotazos y más fuertes que ese, eso que está haciendo tu amiga es puro teatro, y yo no tengo envidia de nadie, yo soy como soy y no tengo porqué envidiar a alguien y mucho menos a alguien como ella. Chau, no me voy a gastar en discutir.

Hay muchas cosas que no dije pero que pienso, por ejemplo Paula me viene a tratar de vaca, está bien, quizás esté gorda, lo admito, pero ella no es nadie con ese cuerpo que tiene para venir a juzgarme. Me fui dejando a Paula y Florencia con la palabra en la boca.

———

Se hicieron las 20:00 y me fui a mi casa, Bruno y Gonzalo me acompañaron, ya que vivíamos cerca.
Fuimos hablando.

Bruno: ¿Ustedes creen que se golpeó de verdad esa chica?

Gonzalo: No creo, yo no vi que le salieran lágrimas. ¿que te dijeron Mica?

Micaela: Nada, dijeron un par de cosas pero no me importa lo que ellas me digan.

Bruno: Yo escuché todo.

Gonzalo: Yo solamente una parte.

Micaela: ¿Podemos dejar el tema, chicos? - Bruno y Gonzalo asintieron.

Bruno: ¿Les gustan las clases?

Micaela: A mí no, solo vine porque mi mamá me obligó.

Gonzalo: A mí un poco, pero estoy acá por el mismo motivo.

Bruno: Yo vine a hacerle el aguante a Gonza, pero igual me gusta.

Micaela: Bueno, llegué a mi casa, nos vemos mañana.

Bruno: Nos vemos mañana. — Se despidió y Gonza hizo lo mismo.

Yo entré a mi casa y ellos siguieron su camino.

Wounds © (Brunaela).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora