Mamá, papá, esta es Mar

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[HABLA MAR]

Estábamos ya todos en clase pero Judith, la profesora de anatomía no había venido.


Nos pusieron un profesor de guardia que según nos dijo que no hiciéramos ruido se marchó.


Aproveché para hablar con Ian, a lo mejor tiene razón y solo se preocupa por mí.


No fue necesario que intentara buscar temas de conversación porque Ian ya había comenzado a sacar hojas llenas de apuntes:


- Mar, te cogí apuntes de las clases a las que no fuiste: matemáticas, lengua, física... anatomía...bueno, creo que de anatomía no hay. - Y me guiñó un ojo.


- Creo que tengo que ponerme las pilas...- suspiré. El pequeño contratiempo del otro día me hizo perder demasiado tiempo, pensé. Saqué el móvil e hice una foto a los apuntes para pasarlos a limpio en casa.


-Gracias por los apuntes.


- Sobre anatomía...


- ¿qué le pasa a anatomía?


- La práctica, ¿recuerdas? Se ha retrasado hasta nuevo aviso, pero vamos, que lo más seguro es que la hagamos esta semana, supongo.


- Emm... vale, y si no habéis hecho la práctica la semana pasada ¿qué habéis hecho?


- Te corrijo; qué han hecho. Si tú no estás yo tampoco puedo hacerlo -suspiró- me senté en una silla y miré.


- Lo siento. - Me sentó mal que hubiera estado sin hacer nada por mi culpa.- Fueron causas mayores, créeme.


Y le sonreí.


- No te preocupes. - dijo devolviéndome la sonrisa.


- No entiendo los apuntes, ¿hay deberes?


- Te lo cuento luego, a las cinco en mi casa.

[CINCO DE LA TARDE EN CASA DE IAN]

Estaba solo en casa, o eso me había dicho. No tardé mucho en llegar, apenas diez o quince minutos. Él debía estar, como siempre, esperando, porque en seguida me abrió, aunque en ropa interior.


- ¿No te importa, no?- dijo Ian después de un rato. Se debió de dar cuenta de que no paraba de mirarle.


- No, no, claro que no.- Me sonrojé y subí la mirada.


- Vamos a mi cuarto.- Asentí y lo seguí. No tardó ni quince minutos en explicarme todo.


Finalmente le pregunté por los deberes.


- Ah, solo hay de anatomía, tenemos que auto explorarnos para conocer mejor nuestros gustos a la hora de hacer la práctica.


- Ah, gracias Ian, bueno, yo me voy ya a casa.- Le sonreí una última vez y me di la vuelta para irme.

[HABLA IAN]

- No, quédate conmigo...


- ¿Para qué Ian?- Vi cómo se reía.


Sé lo que estaba pensando, seguramente ella se crea que solo la quería para...la clase de anatomía, pero no.


Me gusta cuando sonríe, me gusta cuando se enfada, me gusta todo de ella. Pero sin duda es su compañía lo que añoro cuando no está conmigo. Es difícil aburrirse cuando estás a su lado, es... simplemente perfecta.


- No sé, ¿hablar?- Vi las cartas encima de la mesa intentando pensar rápido en algo que hacer antes de que se marchara.- ¿Jugar a las cartas? ¿te gusta el póker?


¿Póker? No se jugar...¿una escoba? - Sonrió y añadió - pero solo es divertido si es strip escoba.


Abrí mucho los ojos, de todas las cosas que pudo haber dicho eso es lo que menos me esperaba que dijera.


- Vale - dije en tono burlón, y acto seguido sonreí. - Aunque hay una clara desventaja, ¿no crees? - comenté señalando mis bóxers.


- Se siente - sonrió.


Comenzamos a jugar, no fue muy difícil hacer que se despojara de su camiseta y su sujetador. Claramente me estaba dejando ganar, la partida estaba acabando cuando se oyó la llave vacilar en la cerradura.


Instantáneamente dejamos las cartas en la mesa paralizados.


- Mis padres...- dije intentando buscar excusas para justificar qué hacíamos desnudos. Mar se vistió rápidamente interrumpiendo mis pensamientos y acto seguido la imité cogiendo lo primero que encontré por la habitación.


Ya habían entrado en casa de mis padres cuando acabé de atarme el botón del pantalón.


Suspiramos al unísono y fingimos seguir nuestra partida hasta que mis padres llegaron a mi habitación.


- Hola Ian, ya hemos vuelto... hola, ¿tú quién eres?


- E...mamá, papá, esta es Mar, una amiga.


Mar se levantó para saludarles.


- Bueno, creo que tengo que volver ya a casa- dijo entonces.


- Te acompaño a casa.

Salimos de mi casa hacia la de Mar, no tardamos mucho, me habría gustado que hubiera durado más.


Se aproximó a la puerta y me invitó a pasar. También ella estaba sola en casa.


- Tenemos una partida pendiente ¿no?


Entré en su casa y pasamos a su habitación. Se quitó la camiseta. - ¿Seguimos donde lo dejamos?


- No seas tramposa, tenías menos ropa. - Sonreí acercándome a ella.


- Me acerqué lentamente a Mar y mientras nos mirábamos la quité el sujetador, su piel era suave e hizo que un pequeño escalofrío me recorriera todo el cuerpo. Al parecer ella lo notó, porque se estremeció entre mis brazos.


Pasé sus manos por su pelo y la acerqué a mí. Nuestros labios se rozaron. Reconocí ese beso en seguida, fue como el de la otra vez.


Comenzó siendo un beso suave y desembocó en algo más salvaje. Nos dejamos llevar por el instinto, ambos sabíamos cómo iba a acabar ese beso y no íbamos a hacer nada para evitarlo.


Me quito la camiseta y la cogí de la cintura con fuerza.


[HABLA MAR]


Me cogió de la cintura, le enrollé entre mis piernas y sentí su dura erección contra mí.


Me sentó en el escritorio y recorrió y recorrió mis piernas con sus manos al mismo tiempo que le mordía el labio inferior con suavidad atrayéndole hacia mí con las piernas.


Seguimos besándonos y quitándonos más ropa hasta quedar completamente desnudos, el uno frente al otro, abrazados, besándonos.


Entonces lo hizo. Le volví a sentir dentro de mí, pero esta vez me invadió una sensación diferente a la primera, más placentera.


Después de un rato nuestros músculos comenzaron a relajarse, llegando ambos al orgasmo.


Nos quedamos un rato en la cama mirando al techo, hablando, e incluso nos hicimos un selfie con su móvil. De repente alguien le llamó. Pensé que se iría a hablar fuera pero no fue así.


- ¿Qué pasa tío?


-Nada...por cierto, ¿dónde estás? Es que me aburría, ¿te apetece jugar a la play?


- Ah, no, no puedo, estoy en casa de mi novia.


Al principio no me enteré, pero después de volver a analizar la conversación ... ¿novia?. Le miré con cara de desconcierto y empecé a vestirme sin poder prestar atención a las pocas palabras más que intercambió con el que seguramente sería Diego.


Luego colgó.



Anatomia Anal |+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora