Capitulo 18: Beso.

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Narra Lily:

Lo mismo pregunto yo.-Murmure, desanimada.-

Siempre salgo en la noche a pensar...Y hoy es una de esas noches.-Informo ella posando su mirada en el lago, yo voltee a mirar su perfil.-

Yo solo lo hago cuando...-Me interrumpi, sabiendo que no le importaria.-Dejalo.-

¿Sabias que hoy en la mañan tuve que hacer yo el desayuno? Porque la empleada no estaban.-Rio amargamente, jamar se le iba a quitar lo arrogante.-

Lo se, y lo siento.-Agache la mirada, sin ganas de dar explicaciones.-

¿Ninguna explicacion por tu ausencia en la mañana?-Me miro, relamido sus labios, parece como si hubiera leido mis pensamientos.-

Problemas personales.-Respodi, simplemente.-

No me convence.-Nego con la cabeza levantando una ceja.-

No es mi problema.-Dije un poco irritada.-

Claro que lo es.-Frunci el ceño.-Era tu deber hacer el desayuno y no lo hiciste.-Se acomodo en el asiento.-

Mira...-Suspire cansada.-Mi hermana se enfermo, solo eso.-

¿Por eso llegaste con los ojos llenos de lagrimas?-Pregunto. No sabia que responder, no me gustaba hablar sobre el problema de mi hermana, no queria que la gente sintiera lastima por ella y su familia, me gustaba conservas sus secretos, pero ella estaba siento muy insistente.-

No tengo porque hacerte saber mis problemas.-Murmure suave, intentado que suene bien.-

Esta bien.-Se rindio.-Solo si sales de nuevo intenta avisar.-Me miro tipo en un regaño.-

¿Porque eres asi Valentina?-Largue de repente, intentado cambiar de tema.-

¿Asi como?-Raspo la garganta, mirandome fijamente a los ojos.-

Se lo que paso.-Trague saliva.-Lo de...-Hice una pausa.-Lo de la muerte de tu novia.-Queria que ella pueda expresarse, la queria ayudar a no estar siempre mal.-

¿¡QUIEN MIERDA TE CONTO!?-Me grito, levantandose. Haciendome sobresaltar.-

Te molestas que lo sepa.-Frunci mi ceño, levantándome.-

¡OBVIO QUE ME MOLESTA! ¡ERES SOLO UNA EMPLEADA!-Escupió con furia. Yo la mire un par de segundos muy molesta apretando mis dientes.-

Eres una cretina.-Gruñí entre diente.-

¿¡Y!?-Levanto sus brazos.-¡Cuanto te le insinúas a mi hermano simplemente pienso que eres una...-No la deja terminar ya que mi mano pego fuerte contra su mejilla, ya no me importaba nada, buscaría otro trabajo si lo tenia que hacer, nadie me habia dicho algo de esta manera, ¿Porque dejaría que ella lo haga?-

¡Respetame! ¿Quien te crees que eres?-Dije harta.-

¿¡Que puedo respertar de ti!?-Me miro con desprecio tocando su mejilla, que ahora, estaba un poco roja.-

A veces eres tan repugnante, tan...-Camine unos pasos para irme.-Déjalo, no quiero perder el tiempo en insultarte.-Preferí callar mi boca, antes de decirle todas las barbaridades que tenia en mente.-

¡Asi me gusta!-Rio arrogante.-¡Que te calles la boca! Solo hablas estupideces.-Tomo mi brazo impidiendo que siga caminado para voltearme bruscamente, haciendo que quedemos muy cerca.-No quiero que vuelvas a hablar de mi novia.-Dijo entre dientes.-Mierda, respeta.-Mi pecho subia y bajaba de lo molesta que me encontraba.-

¿¡Tu hablas de respeto!?-Rei un poco sarcásticamente.-¡Te pasas la vida criticando a los demas, pero no te fijas como eres tu!-Puse mi dedo en su pecho señalandola.-¡UNA ARROGANTE, FRIA, IRRESPETUOSA, ANTIPATICA, VUL...-Le gritaba furiosa.-

¡YA BASTA!-Me grito, pero no me importo.-

¡NUNCA PUEDES TRATAR BIEN A NINGUNA PERSONA!-Segui gritandole en la cara, descargando todo lo que tenia guardado.-

Basta...-Murmuro ella entre dientes con el ceño fruncido.-

¡SIEMPRE ORDENANDO...-Ella me sujeto fuertemente de los brazos cerca de los codos, me atrajo hacia ella con brusquedad y de improviso junto sus labios con los mios firmemente, haciendo que deje de hablar, abri mis ojos al tope asombrada, nunca me he besado con una chica, intente zafarme pero ella tenia mucha mas fuerza que yo, ella movia sus labios con fuerza para que coperara, fue bajando una mano hasta mi cintura acercandome a ella bruscamente, y con la otra me tenia agarrada del codo, simplemente me deje llevar cuando su agarre se hizo mas suave y delicado, nuestros labios calzaban a la perfeccion, eran carnosos y suaves, me besaba con delicadeza, mientras su mano acariciaba mi cintura, se sentia bien pero estaba totalmente confundida por su acto, cerre mis ojos lentamente concentrándome en el movimiento de sus labios con los mios, que en vez de cuanto hacia rozar su lengua con mis labios. Por falta de aire, se separo un poco sus labios de los mios, lentamente fui abriendo mis ojos aunque todavia estabamos demasiado cerca, ella los tenia completamente cerrados y con la boca entre abierta, agitada.-

No te callabas..-Susurro, relamiendo sus labios. Abrio los ojos un poco sin mirarme y sin mas me soltó bruscamente, dejandome parada mientras ella caminaba hasta la casa, yo me quede mirando un punto fijo tratando de analizar la situacion.-

Una simple empleada. (Valentina Etchegoyen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora