capitulo 38: "Los mejores tragos."

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Narra Valen:

-Es mejor que paremos con esto Valentina. Dijo ella, yo la mire soprendida pero luego frunci el ceño -

-Bien.-Dije solamente seca y sali de la cocina dejándola sola. Me estaba pidiendo que me aleje y eso no me gustaba para nada. Ella me hacia bien y alejarme no queria. Subi a mi habitacion a pasas agigantados con rabia, estupido Julian. Tome las llaves de auto rapidamente y baje nuevamente a la sala, cuando baje ella ya no estaba en la cocina, asi que sale lo mas rapido que pude de la casa, necesitaba desahogarte. Me subi a mi auto y prendi el motor, aprete el acelerador a fondo y tome rumbo al bar de mi amigo Jeremías. Apreté el acelerador haciendo que algunos autos que estaban a mi costado toquen bocina, recuerdos del día del accidente se hicieron presentes en mi mente nublandome la vista, sentí otro bocinazo haciendome reaccionar.

¿Estas loca? Vas a matar a alguien.-Grito un auto pasando por mi ventanilla. "Vas a matar a alguien." Sentí un nudo en mi garganta, para el auto en seco por un costado, puse mis manos en mi cara y las pase por mí cabello tirandolo con fuerza, con bronca a mi misma, sentí mis ojos arder, lo que me dio más bronca ya que me hacia sentir débil, golpee el manubrio del auto con fuerza.

-¡AH!-Grite golpeando nuevamente el volante. Trate de tranquilizarme dando varios respiros, eché mi cabeza para atrás y suspire una vez más. Ya una vez más tranquila encendí el coche nuevamente, salí a la carretera y fui más despacito por las calles hasta llegar al bar.

-Hey, Valentina.-Me vio alegremente mi amigo pasar por la puerta desde la barra.-Que bueno verte por aquí, ya me tenías abandonado.-Rio.-

-Hola, Jere.-Le di una sonrisa, sentándome al frente de el encima de una banqueta alta.-

-¿Y que te trate por aquí, amiga?-Cuestionó.-

-Solo quería tomar un par de tragos con mi gran amigo.-Toque su hombro, refiriéndome a el.-

-Bueno, yo no puedo tomar porque estoy en hora de trabajo pero te puedo ofrecer uno de mis mejores tragos.-Me guiño el ojo.-

-¡Pues, que venga joder!- Imite el acento español, haciendo que el largue un carcajada. El se dio la vuelta y empezó a preparar el trago. Yo mire al mi alrededor, el lugar era realmente agradable y siempre estaba tan bien decorado, vi un grupo de chicas mirarme y una en especial llamo mi atención. Morocha, flaca y por lo que se podía ver grandes tetas.

-Aca esta.-Puso un vaso pequeño frente a mis ojos.-Prueba de seco.-Yo tome el vaso entre mi mano y lo lleve rápidamente a mí boca haciendo fondo de una, sentí mi garganta arder y me gustó.-¿y que tal?-Dijo apoyándose sobre la barra con un tono egocéntrico.-

-Muy bueno, dame otro.-Pedi, mientras sacaba mi celular.-

-Tiene 80% de alcohol así que ojo cuántos de esta preciosura tomas.-Me advertio y yo rodee los ojos.-Te daré otro de mis mejores tragos.-

Y así fue como caí en cuenta de que ya había tomando más de 8 vasos de "los mejores tragos de jeremias" y ya en el quinto empecé a sentir los efectos.

-¡Hey! Traeme otro.-Grite a Jeremías, el río negando con la cabeza de desaprobación pero de todos modos otro trago más apareció al frente de mis ojos, lo tome rápido.-

-Hola.-Senti una voz de chica mientras tocaba mi espalda. Yo me di vuelta y era la chica de tetas grandes. Me fijé en ellas.-Mi mirada esta acá arriba.-Me tomo del mentón haciendo que mire sus ojos.-

-Hola.-Dije coqueta, realmente no podía ver bien su cara ya que el efecto del alcohol me hacia olvidar hasta de donde estaba sentanda, pero de la único cosa que no pude sacar de mi mente desde que crucé esa puerta fue a la hermosa Lily.-

-¿Estas sola?-Me pregunto acercándose más a mi cuerpo. Yo asistí.-Es una lástima, porque yo podría hacerte buena compañía.- Puso su brazo al rededor de mi cuello y acaricio mi pelo. Realmente lo único que quería era tomar mis tragos tranquila pero que más da.-

-¿Si?-Pregunte haciendome la pensativa, apoye mi brazo en la barra y sin darme cuenta tiré un vaso. Rei sin darle importancia.- ¿Y cómo harías eso?-Me acerqué más a su rostro.-

-Así.- Tomo mi nuca con fuerza y me beso, las luces del bar de apagan y prendian al ritmo de la música. Baje mi mano hasta su cintura y la seguí bajando hasta llegar a su culo.- Mmm-Ella gruño sobre mis labios, Me imaginaba a Lily en su lugar, estando así conmigo. Apreté mi mano sobre su culo acercandola más, ella bajo sus besos a mi cuello y yo cerré mis ojos dejándome llevar. sólo quería que esta morocha me saque las ganas. Lleve mi mano a uno de sus pechos y lo aprete sin acordandome que habia gente a mi alrededor.-

-

Sentí mis ojos arder y mi cabeza dar vueltas, la luz del sol que entraba por mi ventana daba junto sobre mi cara haciendome fastidiar, con toda la pereza del mundo camine hasta las cortinas y las junte con fuerza haciéndo que el cuarto quede más oscuro, me tiré nuevamente sobre mi cama boca a bajo me dolía demasiado la cabeza, masajee un poco mi frente intentando calmar las puntazadas que sentía.

-¡Gloria!-Grite haciendo que mi cabeza retumbe. -¡GLORIA!-Grite más fuerte pero no sentí respuesta alguna. -Cuando uno necesita a los empleados nunca están.-Murmure. Sentí unos golpes en la puerta, al fin.- Pasa, Gloria.-Dije un poco alto, ya que no quería gritar para no empeorar mi dolor de cabeza. Tape mi cara con mi almohada.-

-No soy Gloria...-Senti la dulce voz de Lily murmurar.- E-ella salió.-Tartamudeo.- ¿Necesitabas algo?-Yo saque mi cabeza sobre la almohada y la mire, estaba con su uniforme rosa y su pelo siempre impecable. Muy linda.-

-Si, aspirinas, porfavor.-Pedi, ella asistió y salí de la habitación. Rápidamente corrí al baño para arreglarme un poco, tenía la cara con ojeras y el pelo un desastre, lo acomode rápidamente con mi manos, lave mis dientes y moje mi cara, mire mi vestimenta y traía pijama pero yo no recuerdo haberme puesto el pijama, nisiquiera me acuerdo como llegue a la casa.-

-¿Valen?-Sentí la voz de Lily llamarme, raspe la garganta y me mire una vez más en el espejo.-

-Aca estoy.-Dije seca, recordando el episodio de ayer.-Gracias.-Ella me dio un vaso de agua y la aspirineta.-La tome y le devolví el vaso.

-Con permiso.-Dijo ella saliendo de la habitación. -

-Lily, espera.-La detuve. Ella dio media vuelta y me miró esperando que hable.

Una simple empleada. (Valentina Etchegoyen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora