Angel Guardian

PUEDES CONFIAR EN MÍ

Me estaba llevando con él, todos nos estaban mirando,algunas chicas me dirijian miradas llenas de envidia,otras solo reían.

- Sueltame -dije. Haciendo que me soltara, no podia permitir que él quisiera hacer su obra de caridad conmigo.

-Lo siento, yo creí que te gustaria acompañarme.- dijo con una sonrrisa en los labios.

Solo lo mire y me volteé, no le dije nada aunque queria decirle muchas cosas, calle, después de todo quien se creía para decidir por mí.

-Amarilis, entiendo que no quieras seguir a un desconocido, pero... En serio puedes confiar en mí. - dijo poniendose delante mío y mirandome directamente a los ojos.

No se que tenia en sus ojos, pero me hacian sentir debil, más desamparada que nunca, me hacian recordar a mis padres, ese brillo de vida.

Todo se volvio confuso me venian los recuerdos de mis padres, de lo que habia pasado estos ultimos trece años de mi vida, me entraban ganas de llorar mis ojos se estaban cristalizando, puedes confiar en mí esas cuatro palabras resonaban dentro de mí, creo que tener un amigo en quien confiar no sería malo después de todo ¿no?

- Yo,yo... - no podia articular ninguna palabra, empezaria a llorar, todos sentrian lastima de mí. Levante la mirada, lo vi a los ojos, una lagrima quería asomarse, pero de pronto William empezo a correr y a llevarme con él.

Pasamos un buen rato corriendo, ya estabamos lejos de la universidad, él paro y yo también, se le veía algo agitado pero sonrriente.

- Oye, me canse, lo siento- dijo mostrandome una sonrrisa - ¿Sabes?, no te voy a defraudar, tal vez aun no confies realmente en mí pero me ganare tu confianza.

El sabia exactamemte que decir para hacerme sentir con ganas de llorar, eso era molesto, no me gustaba hacer ver mi lado debil, pero con William, ese lado salía a flote.

- Acepto . - aquello fue la unica palabra que salio de mi boca, era la indicada. Ni mas ni menos, era precisa.

- Eres directa, y por eso hablas poco o tal vez al reves, bueno entonces me volvere a presentar, soy William ... Un gusto conocerla señorita Amarilis... - dijo esto ultimo besando mi mano.- Por cierto dime Will.

Will, mi primer amigo en años, solo quisiera que esta aventura por empezar a vivir no terminara mal, porque al fin podia sentirme feliz, tenia a mi angel y ahora a Will.

-... Uhmm - rascandose la nuca .- Te soy sincero yo soy un loro, hablo un monton pero hablar solo es como.. Si estuviera.. ¿Loco?... - dijo riendose

Su sonrisa hacia que me sintiera comoda, mas de lo normal.

- No estas loco, esta bien tratare de hablar mas contigo - dije mirando al suelo.

- Estamos progresando...- dijo bajando la cabeza y acercando su rostro al mio- ¿te parece ahora si un helado?, digo para sellar el comienzo de nuestra amistad.

Juntos entramos a una pequeña heladería que tenía un ambiente muy acogedor, me gustaba

- Está será nuestra base, bueno digo el lugar de reuniones - me dijo giñandome, para luego llevarse una gran cucharada de helado a la boca.

Era un momento muy reconfortante..

-¡ Diablos! Mi cerebro! - para ser un chico tan apuesto era muy infantil.

- Eres algo infantil - solté sin pensar.

- Es una faceta mía que sólo puedo mostrarte a tí, mi amiga. Dijo con una  tierna sonrisa.