18 de Abril, 2016.
Día 1: Inspiración
Hoy no es catorce de febrero pero es un buen día para escribirte unas líneas que expresen lo que siento por ti sin importar que estas lleguen o no a tus manos o sepas de su existencia. Esto es sólo para que te des cuenta. Te recomiendo leer esto a solas, imaginándote a mi lado.
Te conocí hace no mucho tiempo, la noche de un cinco de marzo del presente año, tal ves sea por eso que no lo sé todo acerca de ti. Lo admito y de todos modos te consideré un amigo y quizá hasta algo más. Hemos pasado por momentos muy lindos aunque sólo estuvimos juntos una vez, precisamente aquella noche, esa en la que no me soltabas y comencé a quererte.
Todo lo demás fue gracias a mensajes de texto que intercambiamos cada día, pero aún así mis ganas de volver a verte no desaparecían, me atrapaste con tus caricias, miradas y besos. Estábamos tan contentos ¿recuerdas? La magia de tus encantos me inundó de una paz inefable, hiciste muchos de mis deseos más profundos realidad, creí que por fin tenía al indicado.
Me gusta todo de ti, tienes una hermosa sonrisa, cabello, ojos, piel, tu manera de vestir es fresca y sensual. ¡Máxima expresión de belleza masculina! Tu actitud tan firme y a la vez sensible, carácter noble y transparente, simplemente un ser cautivador y capaz de conquistar a cualquier chica pero también responsable de los corazones rotos más irremediables como el mío.
24/04/2016
Día 6: Soledad
Te amo, nunca lo había pronunciado en voz alta debido a pensar que estaba exagerando o simplemente me estaba confundiendo, pero el confundido eras tú por tener que elegir entre estar con alguien que te dibujo los cuernos y se burló de ti o con quien a poco de conocerte te entrego todo y estuvo al pendiente de ti. ¡Vaya inmadurez!
Regresaste con ella. Perdonaste su traición y a cambio pediste que yo perdonara tu engaño.
Me convertí en la tonta que te imaginó sincero cuando no era así.
Tenía miedo de amarte, de caer ilusionada con el corazón hecho añicos.
Dijiste que no querías lastimarme, que no lo merezco, que no fue tu intención pero al día siguiente se te olvido todo, ni siquiera preguntarse por mi estado de ánimo. Como si me hubieras desechado cual envoltura de plástico. Eso es lo que me hiciste sentir, una muñeca de plástico; un día juegas con ella y al otro la tiras.
25/04/2016
Día 7: Aprender a despegar.
Vivir sin ti va a ser difícil.... aún más que antes cuando sin verte creía ciegamente que pensabas en mí.
No pretendo hacerte sentir mal, como dije en la primera parte de esta carta; es para que te des cuenta. Te estarás preguntando de qué; de que realmente no sabes lo que quieres... Y yo desviviéndome por ti.
Tranquilo, no hay rencores, ¿cómo negar que te sigo amando?
Atte: Paloma.