Capítulo 2: Pijama de unicornios.

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La voz chillona de mi hermana me despierta. Abro primero un ojo y luego el otro para tratar de mantener la armonía.

- ¡Hanna! ¡Trae tu pequeño trasero hacia aquí!- Grita Mindy. Gruño en voz alta. ¿Armonía? Valía la pena hacer el intento.

Ni me molesto en cambiar mi pijama de unicornios. Hoy es viernes, que se joda la gente formal. En vez de eso, cepillo mis dientes, e armo un moño en mi cabello, lo que no sirve mucho ya que no hay muchas opciones con un pelo más rebelde que el gato de Brooke.

Bajo las escaleras y encuentro a Mindy en la cocina de espaldas a mí frente a la hornalla. Espera, ¿Mindy y hornalla? Evacúen el área. Hay noventa y nueve probabilidades de un incendio. A ella hasta se le quema el agua con sal. Cocina y Mindy, jamás entraban en la misma frase.

-Hola pequeña dormilona. Por si te preguntabas, estoy cocinando. Sí, cocinando ¿qué loco no?- Ríe como si había contado el chiste del siglo. Yo en vez de reírme de una Mindy cocinera, saldría corriendo.- Resulta que por fin encontré al indicado.- Yo casi me atraganto con mi chocolate caliente. ¿Indicado? ¿Mindy? Miré al calendario colgado en la nevera. El día de los inocentes no era hoy, entones, ¿Qué carajo sucede con esta chica?

-Sí, ya se lo que piensas pero a mí de verdad me gusta y...- en eso se da la vuelta para verme a la cara- ¡Santos bebés patos! Parece que una paloma se peleó contigo y ganó e hizo de tu cabeza un nido. Ve ya mismo a arreglarte, no vaya a ser que mi chico piense que eres un caníbal.

-Yo creo que se ve hermosa.- murmura una tercera voz a mis espaldas por lo que solo yo puedo escucharlo. Me giro bruscamente y quedo petrificada. Oh.Por.Dios. el "chico" de mi hermana, de todas las personas en el mundo, ¿Tendría que ser el jodido dios de la belleza que me crucé anoche? Trágame mundo y seré feliz.

-¡Bebé!- salta Mindy, va corriendo a quedar en brazos de él. Empieza a besar su cuello y salgo disimuladamente de la escena antes de poder ponerme más roja aún. El mundo no era bastante egoísta con obligarme a vivir con mi hermana, que tenía que añadirle junto a ella al idiota que irrumpe en mi habitación en medio de la noche. Ahora que lo pienso, suena bastante mal.

Me dirijo al baño y noto un detalle en el espejo. Mi pijama cuenta con un top ajustado rosa, que por cierto, debajo no tiene sujetador, y con un short con unicornios más corto que las faldas de Mindy. El rojo de mi cara se trasforma en color escarlata. Peino rápidamente mi pelo, y decido atarlo más firme en una cola de caballo para tener más control de él. Corro a mi habitación a buscar algo más decente que unicornios de colores para usar. Me decido finalmente por unos jeans claros ajustados, una camiseta que conseguí en una rebaja con la frase "Creep It Real" en ella, y mis converse negras. Rocío un poco de perfume en mi cuello y escote, y bajo lista para el show. Esto iba a ser intenso. Mucho.

Mindy está mostrándole al chico su gran hazaña cocinando, por lo que él responde con un rápido fruncimiento de nariz disimulado, claro que ella no lo notó. Eso me saca una pequeña sonrisa.

Me siento en un taburete de la barra fingiendo desinterés tratando de concentrarme en mis uñas. Mindy me nota y se da la vuelta para enfrentarme, el chico lo hace al igual que ella.

-Hermanita, este es el amor de mi vida que por fin encontré. Llevamos hablando un mes y eso.- el chico rodó los ojos- él es...

- Calvin- la interrumpe él- Calvin Miller- Me da una juguetona sonrisa. Idiota. Si su plan era jugar, que así sea. Le sonrío descaradamente a cambio.

-Hanna, encantada.- Digo yo, observando como enarca las cejas.

-Bien, iré a quitarme el sudor por cocinar- Dice Mindy. Se pasa una mano por la frente dramáticamente.- ¿Me acompañas, Cal?- sigue con tono más sensual.

Dulce introducción al caosWhere stories live. Discover now