CAPITULO #1

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Empuje la descuidada puerta una vez que había introducido la llave en la cerradura, esta no abría. Mire abajo y me di cuenta de un sobre blanco que descansaba en el suelo, me senté junto a la puerta y tome el dicho sobre, lo observe de ambos lados antes de abrirlo. Tome la hoja blanca dentro del sobre y empece a leer.

Una carta de desalojo.

No podríamos vivir mucho tiempo mas aquí, de hecho ya no había tiempo y teníamos que buscar esta misma noche un lugar donde vivir temporalmente. Pero ¿Y todas nuestras cosas? observe nuevamente la carta por si me brindaba de alguna clase de información acerca del paradero de mis pertenencias y las de mi madre.

"P.D: Podrá tomar todas sus pertenencias en la recepción del edificio. Gracias por su estadía"

Solté un suspiro de frustración y empece a bajar las escaleras las cuales me conducirían a la planta baja del "Hotel" si es que así se le podría llamar a este vetusto edificio. Llegue a recepción.

- ¡Hola Tom! - Le mostré una gran sonrisa al chico detrás del mostrador

- ¡Oh! Mae, no supuse que estarías muy feliz después de haber recibido tan malas noticias - Me miro comprensivo

- Estoy bien, solamente quería recoger mis cosas

- Por supuesto... y ¿A donde irán? Me refiero a que, tu mama pronto llegara de trabajar y no creo que sea una agradable noticia después de un duro día de trabajo - Dejo todas las maletas sobre el mostrador

- Tendremos que encontrar algo rápido, por el momento no tengo ni las mas mínima idea de donde pasaremos al menos esta noche pero confió en que encontraremos algo

- Sabes que si necesitan de mi ayuda, pueden recurrir a mi - Me mostró su blanca dentadura

- ¡Oh! Que lindo eres y ten por seguro que lo tendremos en cuenta. Mientras supongo que me sentare aquí en este sillón - Mire un polvoriento sillón de color carmesí - Mi mamá no tardara en llegar y debo de esperarla

- Ponte cómoda - Dijo antes de desperecer por una puerta desconocida

Mire el reloj en mi muñeca y mire para ambos lados, ni un alma se encontraba aquí a excepción de Tom que fue a quien sabe donde, la campanilla de la puerta de entrada resonó por toda la sala, fije mi mirada en la puerta principal y ahí estaba.

Mamá

Me levante del polvoriento sillón no sin antes haber sacudido mis desgastados jeans, corrí a sus brazos y la abrace con todas mis fuerzas. Cada día era un alivio ver a mi mama nuevamente después de que ella terminara de trabajar. Me separe un poco de ella y pude ver su hermosa sonrisa en el rostro, se le veía muy cansada con esos enormes tacones de aguja, sus pies estaban hinchados y pequeñas ojeras se asomaban bajo sus ojos, una que otra mancha se encontraba en su delantal blanco y el moño en su cabello estaba desordenado.

No quería darle la noticia, no quería verla derrumbarse en un mar de lagrimas, ella debía de conservar esa sonrisa pero... era imposible.

- Mamá

Tenia miedo, miedo de ver la expresión en su rostro y miedo de su reacción.

<Solo dilo y ya.>

Pero, es difícil.

<¡Hazlo ahora!>

- Tendremos que mudarnos.


Mr. PerfectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora