CAPITULO #2

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La expresión en el rostro de mi madre era neutral. No se movía ni articulaba alguna palabra, empece a morder mi labio en señal de preocupación, esperaba que ella hablara pero no. Creí que no le preocupaba para nada este tema hasta que note como una lagrima resbalaba por su mejilla, la limpie con mi dedo pulgar, parpadeo un par de veces y me miro desilusionada, sin pensarlo dos veces me lance nuevamente a sus brazos y ella me sostuvo fuertemente como si no quisiera caer y no quería hacerlo, no quería derrumbarse.

Mire de reojo a el escritorio y Tom nos miraba con una mueca de preocupación en su rostro, me separe un poco del abrazo y tome el rostro de mi madre el cual se encontraba empapado de lagrimas, sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas.

- ¿Mamá?

Y cayó.

Estaba impaciente, quería ver a mi mamá. Un dolor en mi pecho se hizo presente casi evitando que el aire llegara a mis pulmones, necesitaba algo de comer, no he comido nada desde ayer por la tarde, había dormido en los incómodos asientos del hospital esperando por mi madre la cual se encontraba dentro de la habitación a mi lado.

La puerta se abrió y el doctor salio con unos papeles en la mano, se acomodo las gafas y me miro, me dedico una pequeña sonrisa ¿eso era bueno o malo?.

- Señorita, déjeme informarle sobre el estado de su madre - Se sentó a mi lado y tallo sus ojos del cansancio - Su madre, ahora se encuentra en buenas condiciones lo que si hemos descubierto es que sufre de Hipertensión Arterial por lo que, lamentablemente, nos preocupa su estado lo que requiere que sea tratada con sumo cuidado y...

- Muy bien, yo la cuidare perfectamente y ella se recuperara

- Señorita... su madre no esta bien, acaso ¿entiende lo que le digo? - Yo negué con la cabeza - Queda poco tiempo, lo siento mucho.

Dicho esto ultimo se levanto del asiento y camino a su oficina no sin antes entregarme una hoja donde daban a mi mamá de alta, podría salir hoy mismo del hospital. Todo a mi alrededor se volvió silencioso, parecería que el tiempo se había detenido, aquella palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez dándome un dolor de cabeza horrible, unas cuantas lágrimas resbalaron por mis mejillas. Ella era lo único que tenia, ella siempre ha estado a mi lado, ella no me abandono pero... pronto lo hará.

Limpie mis mejillas con ambas manos, me levante del asiento y tome el picaporte de la puerta blanca, lo gire y entre sigilosamente a la habitación, cerré detrás de mi y ahí la vi, estaba sentada en la cama con una pequeña sonrisa en su rostro, cuando noto mi presencia se giro hacia mi y me extendió su brazo indicándome que lo tomara.

Camine a pasos rápidos y tome su mano fuertemente.

- He conseguido un lugar donde quedarnos... temporalmente - Me miro aun sin borrar su enorme sonrisa - He contactado a un ex compañero de la universidad y nos ha ofrecido su casa ¿No es increíble?

- ¡Claro! Pero ¿Cual es su nombre?

- Robin Twist, estudiábamos juntos la asignatura de diseño. Decidí llamarlo a el en especifico porque realmente fue alguien muy importante para mi, en fin, me dijo que le agradaría muchísimo que nos quedáramos en su casa junto con su familia, por un tiempo.

- Al parecer es una gran persona, espero conocerlo muy pronto y agradecerle.

- Y lo harás hija, su chófer vendrá a recogernos para llevarnos a su casa

- Pero ¿y todas nuestras cosas? recuerda que no pude tomarlas y las deje en el hotel

- Ya las han recogido y están en la casa de Robin, esto es un gran cambio linda, ¿estas lista? - Me miro a los ojos esperando mi respuesta

- Estoy lista.






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